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Manila (Miércoles, 12-08-2009, Gaudium Press) La Iglesia Católica en Filipinas considera que tuvo participación fundamental en la movilización de la sociedad por la aprobación de una ley en pro de los campesinos sin tierra del país y por la ampliación de la reforma agraria, cuya promulgación ocurrió el pasado día 7, después de la firma de la presidente Gloria Arroyo.
Según declaraciones de la hermana Julie G. Macasieb, de la Congregación de las Hermanas de la Providencia, a la agencia de noticias AsiaNews, el acto que permitirá a millones de agricultores pobres del país recibir y trabajar la tierra para atender sus necesidades tuvo gran influencia de la Iglesia.
«La implicación de la Iglesia Católica en la causa de los agricultores era una cuestión de justicia social y parte del cambio de la sociedad». Sin las presiones realizadas por los obispos y por los activistas católicos «los parlamentarios no habrían tenido ningún interés en ampliar la reforma agraria», evalúa la hermana, agregando que los obispos «continuarán siguiendo de cerca las modalidades de aplicación del decreto» a fin de que no se registren irregularidades.
Mons. Angel Lagdameo, presidente de la Conferencia Episcopal de Filipinas, confirma que la Iglesia acompañará de cerca la aplicación de las normas y de los recursos, para que los «cerca de 2 mil millones de euros previstos por el gobierno sean efectivamente distribuidos a aquellos que necesitan». Una suma de dinero que servirá para la compra y distribución de tierra. Según el prelado la normativa garantizará «una mejor calidad de vida a los agricultores pobres».
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