Varsovia (Sábado, 04-07-2015, Gaudium Press) El Arzobispo Metropolitano de Czestochowa y Presidente de la Comisión de Comunicaciones de la Conferencia Episcopal de Polonia, Mons. Waclaw Depo, explicó a la agencia KAI la misión del periodismo desde la enseñanza de la Iglesia e hizo un balance sobre el cumplimiento de este llamado en Polonia. «Los periodistas son, después de todo, los misioneros del mensaje de la verdad, la realización del derecho de acceso de todos a la información confiable», indicó el prelado, quien pidió hacer conciencia del gran potencial y los grandes peligros de los medios de comunicación.
Mons. Waclaw Depo, Arzobispo Metropolitano de Czestochowa, Polonia. Foto: Arquidiócesis de Czestochowa. |
El prelado, quien por razón de su cargo tiene un mayor contacto con los medios de comunicación, recordó que la Iglesia sostiene un diálogo permanente con todos los sectores de la sociedad, y está a abierta a la escucha y atenta a la realidad. Sin embargo, el Arzobispo esperaría que algunos medios reconocieran que «la Iglesia tiene el derecho a su identidad y que apelará por el respeto de esa identidad, que, por otra parte, es compartida por millones de creyentes». Además, la misión misma de la Iglesia hace que «en el marco de este diálogo, la Iglesia tiene el derecho a formular su evaluación moral de tal o cual tema».
Sobre la figura del periodista, Mons. Depo invitó a trabajar en su comunicación de la realidad de una manera fiel, donde importe más la verdad que la figura del medio de comunicación. Este servicio a la verdad requiere preparación: «Junto con el derecho a la libertad de comunicación, hay que introducir el concepto de una conciencia bien formada», explicó el Arzobispo. «No quiero decir que todo los periodistas deban profesar valores religiosos, pero también hay valores universales que todos deben seguir, independientemente de si son creyentes o no. Una tríada: el Bien, la Verdad y la Belleza son universales. Y es a estos valores universales que todo periodista debería servir».
El peligro de los medios de comunicación es el de la renuncia a esta vocación, que representa un riesgo de extraordinaria gravedad para la vidad de fe. «La corrupción de los niños y jóvenes en una escala masiva se lleva a cabo a través de los medios de comunicación», denunció el Arzobispo. «Se trata de la promoción de la inmoralidad, o de la moral que carece de la responsabilidad por cualquiera». Este impacto sobre la infancia en la juventud, unido al de programas sociales y educativos contrarios a la fe, deja graves estragos.
El prelado hizo un llamado a los católicos a centrar en Dios la fuente de los criterios morales y buscar en Él la verdad. Además pidió a los padres una actitud decidida para asumir la responsabilidad dada por Dios a la familia: «Hay que llamar a una voz común y clara de los padres. Los padres deben ser conscientes de que tienen el primer derecho y el deber de dar forma a su propia familia y crianza de los hijos. Como educadores, padres y pastores, tenemos que hablar con una sola voz», indicó.
Con información de KAI.
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