Obispo de Cádiz, España, sobre Nueva Evangelización: el conformismo es el peor enemigo

Astorga (Martes, 07-07-2015, Gaudium Press) El Obispo de Cádiz y Ceuta, España, Mons. Rafael Zornoza Boy, participó, en el Encuentro de Nueva Evangelización 2015 celebrado en Astorga, los días 02 al 05 de julio. En su intervención, el prelado animó a los presentes a recuperar un sentido de liderazgo que debe llevar a los demás hacia el encuentro con Cristo. El Obispo rechazó enérgicamente el conformismo que inactiva a muchos creyentes, del cual declaró «es nuestro peor enemigo».

Mons. Rafael Zornoza predica a los presentes en el Encuentro de Nueva Evangelización 2015. Foto: Obispado de Cádiz y Ceuta

Esta es la segunda ocasión en la que Mons. Zornoza participa en el Encuentro de Nueva Evangelización, y en esta oportunidad centró su predicación en dos ideas centrales: «Evangelizarnos a nosotros mismos» y «Recuperar el liderazgo». Sobre el primer punto compartió la experiencia de tres iniciativas de Escuelas de Discipulado, sobre las cuales destacó la necesidad de tener grupos más pequeños en los que se puede dar un acompañamiento más cercano. Esta última actividad, el acompañamiento, fue reconocida por el Obispo como una de las carencias principales en la actualidad, a la cual deben enfocarse nuevos esfuerzos. «Tenemos que hacer todo el bien posible y lo que no esté en nuestras manos se lo pedimos a Dios», indicó.

Sobre el tema del liderazgo, el prelado declaró que se vive en la actualidad «una gran crisis de liderazgo, empezando por los sacerdotes y los padres, que han perdido la capacidad de liderar a sus hijos». Esto debe imponer a los creyentes un cambio de actitud y un renovado compromiso evangelizador: «Tenemos que recuperar el sentido de una fe vivida y mostrar el camino fecundo de la Iglesia. Debemos mover el corazón y movernos nosotros. Tenemos que ser parte de la solución y no del problema». Mons. Zornoza alertó contra cuatro tendencias que inician con la letra «D»: depresión, desmotivación, desafección y desconfianza, refiriendo la desafección como la falta de cariño hacia la Iglesia que genera críticas negativas, hablar mal de los miembros de la Iglesia y otros defectos que entorpecen notablemente la evangelización.

El Obispo recordó que el trabajo de la Iglesia no está dirigido a las estadísticas del número de sus miembros ni a otras medidas humanas, sino al retorno de los corazones a Cristo. «Nuestra conversión tiene que ir dirigida a comunidades vivas, aunque sean pequeñas», expresó. «Hay que buscar frutos y no éxitos; el éxito no es cristiano. Cada conversión es un milagro». Además de la conversión, indispensable para quienes deseen evangelizar, el prelado recomendó animar el ardor y el celo apostólico, hacerse discípulos misioneros y fomentar la comunión con la Iglesia.

Con información de Diócesis de Cádiz y Ceuta y Religión en Libertad.