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Londres (Viernes, 10-07-2015, Gaudium Press) El aporte de los fieles inmigrantes en Reino Unido va más allá de las estadísticas de la Iglesia, según afirmó el Cardenal Vincent Nichols, Arzobispo de Westminster y Primado de Inglaterra y Gales, al informativo The Telegraph. La llegada de creyentes motiva a los católicos británicos a redescubrir sus propios «manantiales de fe» y a vivir la comunión con los nuevos conciudadanos, lo que facilita su adaptación a la sociedad del país.
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| El Cardenal Vincent Nichols preside una Eucaristía en la Catedral de Westminster. Foto: Mazur/catholicnews.org.uk |
El purpurado indicó que la disposición de muchos de los inmigrantes contrasta con la cultura «occidental y cansada» de algunos de los nacidos en Inglaterra, reviviendo el sentido religioso y formando comunidad a un nivel más profundo que el propuesto por los llamados «valores británicos» promovidos por las autoridades como prevención del extremismo. Para el Card. Nichols, los creyentes británicos están atravesando un «momento muy oportuno»a medida que la sociedad «tentativamente reconoce» la necesidad de «algo más» que responde a su búsqueda (consciente o no) de Dios. Estas condiciones son las que la Iglesia busca aprovechar con su nuevo programa de evangelización parroquial (ver noticia anterior).
Para el Arzobispo, la vida de la Iglesia en Inglaterra «es enriquecida enormemente por quienes vienen aquí, la fe es un punto enorme de cohesión social en el que personas de diferentes estados en la sociedad y de diferentes entornos culturales se unen». El aporte de los migrantes, la «energía de los cristianos» venidos de otros países, «le esta dando nueva esperanza y ciertamente en la vida de la fe cristiana, nueva fortaleza y entusiasmo». Este contraste sacude a los creyentes inactivos y la Igelsia local debería en opinión del purpurado «tomar gran aliento del hecho de que estamos descubriendo denuevo, bajo ese ímpetu, algunos de nuestros propios manantiales de fe.
Según The Telegraph, Inglaterra ha recibido 1.2 millones de cristianos extranjeros, entre los que se destacan polacos católicos. Su presencia permitió reducir el descenso del número de creyentes registrados, que pasó de 15% en la década anterior a 2011 a una cifra actual del 10 %, lo que significaría una cifra de unos 5.3 millones de fieles.
Con información de The Telegraph.
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