Menú 
Praga (Viernes, 10-07-2015, Gaudium Press) Los obispos europeos y responsables de vocaciones de la Iglesia de Europa, han alertado de que, a menudo, las propias familias cristianas ponen ‘obstáculos’ y dan ‘negativas’ a los hijos que quieren ser sacerdotes o religiosos, ‘asfixiando’ su vocación.
«Hoy en día, esta opción es considerada tan poco atractiva y extraña que a menudo las propias familias cristianas ponen obstáculos y dan negativas a los jóvenes que consideran esta vocación», ha advertido el vicesecretario del Consejo de Conferencias Episcopales de Europa (CCEE), el padre Michel Remery, durante la conferencia inaugural del Encuentro Europeo de Vocaciones que se celebra desde este lunes en Praga.
Según ha indicado, la familia, como «Iglesia doméstica», es el primer lugar para la transmisión de la fe y, con frecuencia, es dentro de ella donde se descubre la vocación a la vida consagrada. Además, ha matizado que, de la harmonía que reine en la misma depende «la calidad y cantidad de las vocaciones».
Sin embargo, ha precisado que si bien la familia puede ayudar a que «brote» la vocación, también puede «asfixiarla» si no sabe cómo acompañar adecuadamente al hijo. Concretamente, ha admitido que cuando un joven expresa su deseo de ser sacerdote o religioso, su familia puede sentirse «incapaz y sola» para responder a las preguntas, dudas y retos que surgen con esta opción de vida. Por ello, considera importante que la Iglesia acompañe y ayude a las familias en este camino de discernimiento ante una posible vocación.
Con información de Infocatolica
Deje su Comentario