Bagdad (Martes, 14-07-2015, Gaudium Press) «Por centenas de años los cristianos han contribuido a la civilización y a la cultura de Irak», recordó Mons. Luis Sako, Patriarca de Babilonia de los Caldeos, para luego lamentar la difícil situación que agobia a los cristianos en su país.
«Creo que el gobierno iraquí tiene el deber de proteger a todos los ciudadanos, no sólo los cristianos que sufren, sino también a los demás. Pero los cristianos son una minoría particularmente frágil, un objetivo tan directo, que necesitan más protección. Desafortunadamente, el gobierno está ahora muy ocupado con la liberación de Anbar, Ramadi y Mosul. Todo el ejército está allí y aquí en Bagdad hay grupos de ‘mafiosos’ que buscan dinero antes de la fiesta de Ifar o para comprar armas … No sé, es realmente un desastre. Por lo tanto, he pedido al gobierno que proteja estas áreas donde hay cristianos: en dos semanas, cuatro cristianos fueron secuestrados, dos asesinados a pesar de haber pagado un enorme rescate», declaró el prelado a Radio Vaticano.
Mons. Sako se lamenta de cierta indiferencia de la comunidad internacional.
«Es escandaloso que la comunidad internacional está solo mirando, diciendo unas palabras de condena, mientras que nosotros queremos una acción seria para detener el EI y también más orden en este Oriente Medio: Irán, Libia, Siria, Yemen, Líbano. Aquellos que pagan más son los cristianos y no sabemos por qué, que hay detrás de ello… ¿Hay planes para deshacerse de los cristianos?»
Mons. Sako también busca con sus palabras tornar viva la situación de aquellos cristianos que deben emigrar por causa de la violencia. Por ejemplo, algunos refugiados en Francia. «Las personas huyen también de una manera trágica, sin nada: ninguna visión clara, no hay conocimiento de Occidente, del idioma, de la tradición, de la sociedad, de la moral. Acabo de regresar de Francia, donde hay casi un millar de personas que fueron acogidas. Están un poco perdidos porque no conocen el idioma, la mentalidad, las costumbres, y están muy aislados. Es una situación muy triste».
Con información de Radio Vaticano
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