Denver (Miércoles, 15-07-2015, Gaudium Press) La congregación de las Hermanitas de los Pobres que operan Mullen Home for the Aged en Denver, Estados Unidos, perdieron el caso de apelación más emblemático de los presentados en contra del llamado mandato antinatalista de Departamento de Salud y Servicios Humanos de Estados Unidos. La Corte de Apelaciones del Décimo Circuito decidió que los procedimientos de excepción a la norma «no cargan sustancialmente su ejercicio religioso» a pesar de que las religiosas denunciaron que la elaboración de un formulario particular las convertía en participantes en la provisión de fármacos abortivos, esterilización y anticonceptivos a sus empleados.
La Hna. Loraine Marie Maguire ofrece declaraciones a la prensa tras una de las audiencias del proceso. Foto: The Becket Fund for Religious Liberty. |
El parecer de la Corte de Apelaciones se basa en una comparación del procedimiento – llenar un formulario – con otro tipo de trámites similares obligatorios para los usuarios de seguros y determina que esta acción «es al menos tan fácil como obtener el permiso para un desfile, llenar un formulario simple de impuestos o registrar un voto». Lo que no tiene en cuenta este análisis es el argumento central de las religiosas: el acto de llenar el formulario habilita la provisión de productos y servicios considerados inmorales para la fe católica haciendo que la aseguradora los cubra por cuenta propia y haría a las religiosas partícipes de dicha acción.
La firme objeción de las religiosas
La opción de cambiar quién paga por los servicios como supuesta solución a los problemas de conciencia de los creyentes fue denunciado como un «insulto a la inteligencia de la gente de fe y conciencia» y un «truco barato de contabilidad» por 500 líderes religiosos y académicos de Estados Unidos en 2012 (ver noticia anterior). La carta abierta en rechazo de la llamada «acomodación» del mandato para un estrecho margen de «empleadores religiosos» fue publicada bajo el título de «Unacceptable» (Inaceptable).
Las religiosas afirman que no deberían tener que renunciar a su consciencia para poder continuar sirviendo a quienes las necesitan. Foto: The Becket Fund for Religious Liberty. |
Las Hermanitas de los Pobres «simplemente no podemos elegir entre nuestro cuidado por los ancianos pobres y nuestra fe», afirmó la Madre Provincial de la comunidad, Hna. Loraine Marie Maguire, en un comunicado difundido por National Catholic Register. «Es una vergüenza nacional que el gobierno de la nación más poderosa del mundo insista que, en lugar de proveer anticonceptivos a través de sus propios recursos y programas, tenga que aplastar la fe de las Hermanitas de los Pobres y forzarlas a participar. Millones de personas han logrado obtener anticonceptivos sin involucrar a religiosas, y no existe razón para que el gobierno no pueda adelantar sus programas sin apoderarse de las Hermanitas de los Pobres y su plan de salud».
Con el fallo, las Hermanitas de los Pobres pierden la suspensión provisional concedida por la Corte Suprema de Estados Unidos durante el estudio de la apelación, medida tomada por los magistrados al reconocer que sí existía una posible vulneración de los derechos de las religiosas en caso de que el mandato tuviera efecto durante el proceso jurídico. Los asesores legales de las religiosas estudian la posibilidad de apelar el parecer de la Corte de Apelaciones ante la Corte Suprema de Justicia.
Con información de National Catholic Register.
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