Regina (Jueves, 16-07-2015, Gaudium Press) Los Obispos de Saskatchewan, Canadá, animaron a los fieles católicos a expresar su fe en la esfera pública a través de la defensa de la dignidad humana en contra de la legalización del suicidio asistido y la eutanasia. A través de una Carta Pastoral sobre el tema, los prelados animaron a los creyentes a participar en el debate público y recordaron que «como seguidores de Jesucristo, también nosotros estamos llamados a servir a los vulnerables y a quienes no tienen voz, cuidando el bienestar integral de la persona».
Los Obispos pidieron un enfoque en la adecuada atención de los más vulnerables en lugar de ofrecer la muerte como una pretendda alternativa. Foto: T A&M. |
En la Carta Pastoral, los prelados recordaron la reciente sentencia de la Corte Suprema del país que ordena al Parlamento la reglamentación del suicidio asistido y alertaron cómo esta decisión afecta gravemente a los más vulnerables, especialmente los ancianos, moribundos y personas con discapacidades. «Eufemismos como ‘ayuda médica en la muerte’, ‘muerte asistida’ y ‘morir con dignidad’ intentan ocultar el hecho de que la eutanasia es quitar deliberadamente la vida a alguien y que el suicidio asistido provee intencionalmente a alguien el conocimiento o los medios para completar el suicidio», alertaron.
Los Obispos aclararon que la doctrina de la Iglesia no impone a los pacientes a aceptar cualquier tipo de tratamiento desproporcionado para alargar la vida tanto como sea posible y abogaron por la promoción de los cuidados paliativos y la prestación de servicios de salud de calidad a quienes se acercan al final de su vida, aliviando sus sufrimientos en espera de la muerte natural. «Eliminar una vida no es la respuesta apropiada al sufrimiento», declararon, además de alertar sobre los riesgos para la libertad de conciencia de los agentes de la salud que podrían ser presionados a «actuar en contra de su llamado» a causa de las disposiciones morales.
«Motivamos a los fieles católicos y a todos los canadienses a responder con valentía a los desafíos impuestos por el fallo de la Suprema Corte», exhortaron los Obispos, «levantando su voz en defensa de la vida y la dignidad humana de todas las personas, especialmente los más vulnerables. Como nos exhortó San Juan Pablo II, ‘¡No tengáis miedo!’ «.
Los prelados sugirieron pedir a las autoridades el tiempo y los espacios necesarios para consultar a la ciudadanía y crear una norma «tan restrictiva comos ea posible», exigir el respeto a la libertad de conciencia de todos los profesionales de la salud al Estado y las asociaciones profesionales, apoyar a los agentes de la salud que se opongan a las presiones en su contra y presionar para que se brinde una mejor atención en cuidados paliativos, de manera que existan verdaderas alternativas para quienes puedan sentirse presionados a buscar la eutanasia.
La Carta Pastoral completa (en inglés) puede ser descargada a través del siguiente vínculo.
Con información de Diócesis de Saskatoon.
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