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Valparaíso (Miércoles, 22-07-2015, Gaudium Press) Durante la jornada de ayer, monseñor Alejandro Goic, Obispo de Rancagua y Vicepresidente de la Conferencia Episcopal chilena, y monseñor Fernando Chomali, Obispo de Concepción, asistieron a la Comisión de Salud de la Cámara de Diputados de Chile, para exponer la visión de la Iglesia Católica respecto del proyecto de ley que pretende despenalizar el aborto en determinadas causales.
Al inicio de su intervención, monseñor Goic recalcó el deseo de la Iglesia de promover la discusión de manera siempre abierta al diálogo. «Quisiera, ante todo, subrayar que hemos llegado aquí hoy con una actitud de humildad. No nos mueve la supremacía de un poder en las sombras que no tenemos y que tampoco deseamos tener. No somos ni lobistas ni agentes de presión. Hablamos como representantes de una institución, la Iglesia Católica, que sirve a Chile, que ama a Chile y que hoy, como ayer, busca su mayor bien, especialmente de los más pobres, sencillos y sufrientes», dijo.
Y precisó: «Llegamos con la mejor voluntad de contribuir a una reflexión y diálogo. Desde un comienzo los Obispos hemos manifestado nuestra intención de que este debate se realice con respeto y altura de miras, un diálogo sin prejuicios, descalificaciones ni caricaturas, construido a partir de lo que nos une y relevando aquello que hay de bueno en las posturas contrarias».
Haciéndose cargo de las críticas, el pastor sostuvo que «promovemos el valor de la vida humana desde la concepción hasta la muerte natural, pero creemos que ello no puede reducirse a los derechos de nacer y morir en paz. Nuestra opción por la vida supone procurar como sociedad, además de estos derechos, las condiciones de vida digna (familia, educación, oportunidades, trabajo, vivienda, medio ambiente, etc.) para todas las personas, sin ninguna exclusión».
Agregó: «Al promover la vida humana, rechazamos el aborto y las desigualdades sociales, la pena de muerte y la usura, la eutanasia y la discriminación. Nuestra opción es pro-vida, no solamente pro-parto».
Finalmente, monseñor Goic hizo un llamado transversal a defender la vida siempre, en todos sus contextos: «A quienes ayer promovían junto a la Iglesia la defensa de la vida y dignidad de los perseguidos políticos, les invitamos hoy a ser consecuentes. A quienes ayer nos desterraban a las sacristías por defender los derechos humanos y hoy se oponen al aborto, les invitamos a promover la vida y la dignidad humana siempre y en cualquier circunstancia».
Inconsistencia de las tres causales que se invocan para «despenalizar» del aborto
Luego fue el turno del Obispo de Concepción, monseñor Fernando Chomali, quien expuso ante los parlamentarios el pensamiento de la Iglesia frente a cada una de las tres causales que invoca el proyecto de ley para justificar una despenalización del aborto.
Respecto de los casos en que estaría en riesgo la vida de la madre, el prelado recordó que esta ponderación de valores no es tal, «el dilema no es entre la vida del hijo y la vida de la madre. ¿Cómo se va a despenalizar algo que no está penalizado?».
Sobre los casos de incompatibilidad del feto con la vida extrauterina, afirmó que «el aborto no soluciona nada. Solo agrava el dolor de un desenlace que es la muerte. Pero morir no es lo mismo que eliminar».
En relación a los casos de violación, sostuvo que «nadie niega que es un drama el caso de la mujer violentada. ¿Pero quién puede afirmar que la vida del fruto de esa concepción no merece ser vivida? Yo no soy capaz de afirmar eso».
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