Auckland (Miércoles, 22-07-2015, Gaudium Press) Durante nueve días del mes de febrero de 2016, Nueva zelanda será la sede del primer Congreso Regional de la Divina Misericordia en Oceanía, un notable hecho que, además, tendrá lugar durante el Año Santo de la Misericordia declarado por el Papa Francisco. La ciudad anfitrión será Auckland y los eventos centrales se realizarán en la Catedral de San Patricio de dicha ciudad y el Colegio de Santa María en Ponsonby.
El nombre oficial del encuentro es Congreso Apostólico de la Misericordia en Oceanía (OACOM, por sus siglas en inglés) y representa un hecho histórico para la región, según explicó Pat Barret, seglar promotor de la devoción a la Divina Misericordia en Christchurch, a NZ Catholic: «Sin lugar a dudas, este período en el que se encuentra la Iglesia probablemente no tiene precedentes. El solo enorme número de mártires da testimonio de los desafíos que esperan a todos los cristianos y la necesidad urgente de dar y recibir misericordia», expuso. «Una vida sin misericordia es de hecho una vida sin esperanza».
El propósito del OACOM es invitar a los creyentes a profundizar en el misterio del amor de Dios, según lo expresado por Jesucristo en sus revelaciones privadas a Santa Faustina, y a hacerlo a través de la oración, la vida sacramental y las obras de misericordia. El evento será presidido por Mons. Lui Mataeliga Alipati, Arzobispo de Samoa y Presidente del OACOM, el Cardenal Patita Paina Mafi, de Tonga, y el Arzobispo de Fiji, Mons. Peter Loy Chong.
Entre los exponentes se encuentra Mons. Martin Uzoukwu, Obispo de Minna, Nigeria, quien afiró llevar un mensaje de esperanza y confianza en Dios desde un país que sufre graves situaciones de terrorismo anticristiano, pobreza e injusticia. También se contará con el P. Patrice Chocholski, Secretario General del Congreso Mundial Apostólico de la Misericordia (WACOM) y Rector del Santuario Internacional de Ars, en Francia.
Como parte de las enseñanzas del Congreso, varias personas darán fuertes testimonios de conversión, como el de Zachary King, quien estuvo inmerso en el satanismo durante 26 años y consiguió salir de estas prácticas y encontrarse con Dios a través de la devoción a la Medalla Milagrosa. Pat Barret afirmó que el Congreso ofrece una gracia que contrarresta los ataques del secularismo y el alejamiento de Dios. «¿No es ahora imperativo que cada católico confronte este mal?», cuestionó. «Pero, ¿cómo hacerlo si no es con misericordia y amor?».
Con información de NZ Catholic.
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