Ciudad del Vaticano (Jueves, 30-07-2015, Gaudium Press) Por voluntad manifiesta del Papa Francisco, el reverso de la medalla conmemorativa de su tercer año de Pontificado tiene como imagen representativa a Santa Teresa de Jesús, en trance de trasverberación.
La trasverberación es una gracia de orden místico concedida a algunos santos, que sienten su corazón traspasado por una flecha incandescente. La gran mística reformadora del Carmelo recibió este singular don, según relata en el libro de la Vida: «Aquel Querubín tenía en la mano un largo dardo de oro, en cuya punta de hierro parecía haber un poco de fuego. Parecía que me lo introdujese varias veces en el corazón (…) dejándome envuelta en un horno de amor. El sufrimiento de la herida era tan vivo que me hacía producir gemidos… pero junto también tanto agrado que me impedía desear el fin».
Al conocer la noticia, el Padre General de la Orden de los Carmelitas descalzos, P. Saverio Cannistrà, envió una carta personal al Pontífice agradeciendo su gesto. «Con estas breves palabras -dijo el religioso- deseo darle las gracias en nombre de mis hermanas y mis hermanos del Carmelo Teresiano por este gesto tan bello. En este año tan importante para las hijas e hijos de Teresa, sentimos, querido Papa Francisco, su cercanía y aliento que nos han ayudado a vivir esta ocasión en su auténtica dimensión eclesial».
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