jueves, 21 de noviembre de 2024
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Monaguillos malteses en el Vaticano: una fidelidad que camina para un siglo

Ciudad del Vaticano (Lunes, 03-08-2015, Gaudium Press) Hace ya algunos siglos, jóvenes de Suiza son encargados de formar el Cuerpo de Guardias del Vaticano. Ellos sirven a la Iglesia al servicio del Papa en el menor y más prestigioso ejército del mundo.

Con más de cincuenta años, caminando hacia su primer siglo, otra corporación nació, creció y sobrevive en un ambiente donde las instituciones ya seculares son abundantes: los Monaguillos Malteses.

1.jpgCorría el año 1965, cuando todavía no había concluido el Concilio Vaticano II, y Malta, un pequeño País insular dentro del Mediterráneo, enviaba al primer grupo de acólitos para servir en los oficios religiosos.

Desde entonces, ya pasaron más de cincuenta años cuando esos primeros monaguillos malteses llegaron a Roma para prestar servicio de verano en la Basílica de San Pedro.

El trabajo importante que ejercían era tan intenso que los jóvenes llegaban a participar de hasta ocho misas por día. El tiempo pasó y ellos no son más monaguillos. Son periodistas, médicos, abogados, sacerdotes, obreros, profesores.

Entretanto, todos se acuerdan de los días de verano pasados en medio a correrías entre una celebración y otra en la Basílica y los paseos por la Ciudad Eterna en las horas de descanso de su servicio.

En estos días, 36 nuevos monaguillos malteses llegaron al Vaticano para dar inicio a su servicio específico en el período de verano europeo de este año. Y ellos se encontraron en Roma con aquel primer grupo de monaguillos de 50 años atrás para una confraternización. En verdad, las actividades de los jóvenes malteses tuvieron inicio en la mañana del jueves, 30 de julio, con una Misa presidida por el Cardenal Arcipreste Angelo Comastri, en la Capilla del Coro de la Basílica vaticana.

La homilía del purpurado fue a propósito del Capítulo 8 de los Hechos de los Apóstoles, que narra la ida de San Pablo a Malta. Y allí es relatado como los habitantes de la isla acogieron al apóstol con «rara humanidad».

El pueblo maltés siempre estuvo abierto en acoger el Evangelio. El Cardenal, recordó en particular los frutos surgidos en el campo vocacional, con tantos jóvenes que escogieron el sacerdocio o la vida consagrada.

Otras personas en el Vaticano, vivieron de cerca el arribo de los monaguillos malteses y dieron su testimonio.

Uno de ellos fue el Delegado de la Fábrica de San Pedro, Mons. Vittorio Lanzani que destacó la fidelidad de los jóvenes malteses a lo largo de estos cincuenta años en el, muchas veces, difícil servicio desempeñado en la Basílica de San Pedro.

El ex-Rector del pre-Seminario San Pío X, Enrico Radice, hizo eco a las palabras de Mons. Lanzani, recordando como el Cardenal Wojtyla, cada vez que pasaba en la Basílica, saludaba a los monaguillos. Y después que se tornó Papa conversaba con ellos en varias ocasiones.

Mons. Francis Bonnici, que introdujo los trabajos de apertura de esta estadía de los jóvenes de Malta, buscó destacar la buena voluntad y el esfuerzo de los jóvenes que aún antes de llegar a Roma, siguen cursos preparatorios en las parroquias maltesas de proveniencia.

Ya el nuevo Rector del pre-Seminario, Mons. Bruno Moneta, explicó cómo el ideal del Padre Giovanni Folci se manifiesta en el pre-Seminario, donde los jóvenes de la enseñanza media y del segundo grado reflexionan sobre su futuro a la luz de la Palabra de Dios. (JSG)

De la Redacción de Gaudium Press, con informaciones de L’Osservatore Romano.

 

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