Lima (Martes, 04-08-2015, Gaudium Press) Ayer, el Cardenal Arzobispo de Lima, Mons. Juan Luis Cipriani Thorne, ofició una eucaristía en la Catedral limeña por la conmemoración del Día del Juez. Asistieron, entre otras personalidades, el Dr. Víctor Ticona, Presidente del Poder Judicial y su esposa, además de miembros de la Corte Suprema, jueces y funcionarios del Poder Judicial. Igualmente se hizo presente Mons. Ángel Ortega, Capellán del Poder judicial.
«No es fácil desempeñar la tarea que tienen encomendada porque de alguna manera son defensores, promotores de la verdad, del bien, de la justicia al servicio de la sociedad. Los hombres pasamos, las instituciones quedan, que importante es defender la institucionalidad en el país, que cada uno sea consciente de que Dios nos ha dado una tarea. No respetar los valores que representamos institucionalmente es un empobrecimiento y un daño muy grave», expresó el purpurado limeño en la ocasión.
El Cardenal Cipriani indicó a los miembros del poder judicial presentes en la Basílica-catedral la importancia de no perder la constante perspectiva de la dignidad humana y la búsqueda del bien común en sus labores: «El país les agradece ese esfuerzo de superación constante, permanente pero no olvidemos que hay algo previo, más profundo a lo político, a lo coyuntural, a la tarea que tenemos encargados cada uno. Hay algo común, hay una plataforma: la concepción de la persona humana, la concepción del mundo, la concepción de la justicia, la concepción del bien común.»
Sobre el papel de la Iglesia en la búsqueda del bien común en sociedad, el Cardenal Cipriani recordó la doctrina de la Iglesia:
«Me dicen tantas veces unos y otros por qué el Cardenal hace política en la Catedral. No hago política. Hay que conocer que la Iglesia tiene una doctrina social en la que ilumina principios de reflexión, no entra a detalles prácticos de política, ni del poder judicial, ni legislativo. Habla de lo que es común a todos nosotros: el amor a la patria, el amor a la verdad, la promoción de la honradez, el deseo del estar para estar para los demás, el orden. Principios comunes de todos pero muchas veces es la Iglesia la que tiene que facilitar con una palabra de ánimo el que todos busquemos hacer juntos ese hacer bien nuestra tarea.»
Con información de la Oficina de Comunicaciones del Arzobispado de Lima
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