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San José (Viernes, 07-08-2015, Gaudium Press) La Conferencia Episcopal de Costa Rica organizó el pasado 06 de agosto un desayuno con más de 20 diputados de todos los sectores políticos con el fin de exponerles su preocupación sobre un proyecto de ley que regularía la aplicación de las técnicas de fertilización in vitro en el país. El interés de los legisladores es dar cumplimiento a una sentencia de la Corte Interamericana de Derechos Humanos, la cual plantea graves cuestiones morales como la eliminación de embriones humanos y la afectación del matrimonio.
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| Monseñor Ángel SanCasimiro Fernández, Obispo de Alajuela, Costa Rica. Foto: Diócesis de Alahuela. |
Según explicó a los medios de comunicación el Obispo de Alajuela, Monseñor Ángel SanCasimiro Fernández, la intención de la Iglesia no es obligar a los diputados, sino exponer las razones por las cuales la Iglesia se opone consistentemente al proyecto de ley. «Queremos exponerles y tratar de convencer y para eso vamos a llevar a un genetista, a un doctor (médico) y a un abogado», declaró, según informó el diario La Nación. «¿Por qué? Porque en lo que la Corte Interamericana dijo, hay mucha tela que cortar ahí: ¿obliga o no obliga (a aplicar la FIV)? y ¿qué pasa si no hacemos caso? Queremos que los diputados escuchen diferentes versiones».
Costa Rica enfrenta una fuerte presión internacional en este caso, ya que la Corte Interamericana impuso como fecha límite del cumplimiento de la sentencia el día 03 de septiembre de 2015, fecha en que se realizará una audiencia para revisar si hubo acatamiento. El fallo ha sido ampliamente criticado porque las técnicas de reproducción asistida no son catalogadas como derecho humano ni mencionadas en la Convención Americana de Derechos Humanos, lo que dejaría sin competencia a la Corte en la materia.
La Iglesia se opone al uso de la técnica de fertilización in vitro porque supone una suplantación del acto conyugal en la generación de la vida, lo cual afecta directamente el sacramento del Matrimonio, y la técnica incluye la selección y eliminación de varios embriones humanos durante el proceso, tanto en el laboratorio donde usualmente se descartan varios «candidatos» considerados menos viables, como en el vientre de la madre, donde se implantan varios embriones con baja posibilidad de supervivencia esperando que uno consiga sobrevivir. En ocasiones esto genera un embarazo múltiple en el cual los padres solicitan abortar a los considerados «sobrantes».
Con información de La Nación.
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