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Ciudad del Vaticano (Viernes, 07-08-2015, Gaudium Press) En la mañana del pasado viernes, Francisco recibió cerca de dos mil participantes del Movimiento Eucarístico Joven (MEJ) que se encontraban en Roma para conmemorar los 100 años del Movimiento.
El Papa les concedió una audiencia. En la ocasión la brasileña Ana Carolina Santos Cruz, 19 años, de San Pablo, hizo una de las preguntas.
– ¿Cuál fue el mayor desafío o dificultad que el señor enfrentó en la Misión como religioso?
– «Saber distinguir la verdadera paz de Jesús», respondió el Papa.
«La verdadera paz viene siempre de Jesús. Incluso si, a veces, está envuelta en una cruz. Pero, es Jesús que te da la paz en aquella prueba. Al contrario, la paz superficial, aquella que te deja ‘un poco contento’, viene del enemigo, del diablo».
Otro joven levantó la cuestión de la distinción entre «tensión y conflicto».
El Papa Francisco explicó que las tensiones desarrollan el coraje y hacen crecer: «Un joven debe tener la virtud del coraje. Un joven sin coraje es un joven aguado, un joven viejo. A veces quiero decir, y ya dije, a los jóvenes: por favor, no se jubilen».
El Papa entonces recordó que las tensiones se resuelven con el diálogo y que a ellas el joven no debe apegarse mucho porque, al final, hacen mal: «Un joven que solo sabe vivir en la tensión está enfermo».
Francisco además reiteró delante de los jóvenes que la memoria de Jesús está presente y nos salva en la Eucaristía: La Eucaristía «no es un ritual solamente, una ceremonia. Es otra cosa. Es ir hasta el Calvario, donde Jesús dio su vida por mí. Cada uno debe decir eso». (JSG)
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