Singapur (Martes, 18-08-2015, Gaudium Press) Como parte de su viaje al Sureste de Asia para firmar el Concordato entre la Santa Sede y Timor Oriental, el Secretario de Estado Vaticano, Cardenal Pietro Parolin, visitó Singapur, donde celebró la Solemnidad de la Asunción de la Santísima Virgen. En su predicación, el purpurado celebró la vitalidad de la Iglesia local y animó a los católicos a seguir dando testimonio especialmente «ante el secularismo agresivo» que intenta retirar a Dios de la sociedad.
El Secretario de Estado Vaticano presidió la celebración de la Asunción de Nuestra Señora en el templo de San José de Singapur. Foto: Arquidiócesis de Singapur. |
La Fiesta de la Asunción permite a los creyentes «contemplar nuestro destino final», y ver en la Santísima Virgen la primicia de la Resurrección que espera a quienes siguen a Jesucristo. «El maravilloso don de la redención se realiza plenamente en la resurrección del cuerpo y esta Solemnidad nos recuerda que el mundo corpóreo también es sujeto de la redención de Cristo», predicó el Secretario de Estado.
Para el purpurado, la fiesta no relata el final de la historia de la salvación sino un nuevo inicio, y relacionó esta interpretación con el testimonio que la Iglesia en Singapur está llamada a dar hacia el futuro, tras 200 años de presencia y 50 como parte de un país independiente. «El Evangelio invita a la comunidad cristiana a buscar con urgencia nuevas y creativas formas de llevar adelante la proclamación del Evangelio de la salvación a una sociedad cambiante», indicó el Card. Parolin.
El Cardenal destacó el trabajo de las instituciones y organizaciones católicas en Singapur y animó a que cada creyente sirva de manera personal a imitación de Cristo. Además, animó el testimonio público de la fe, que involucre «a todas las personas de buena voluntad en reconocer el lugar de la fe religiosa, la virtud y la moralidad como fundamentos esenciales de una sociedad y una nación». El Secretario de Estado animó a dar un «testimonio racional y paciente» incluso «ante el secularismo agresivo» que en palabras del Papa Francisco intenta «retirar a Dios de la Sociedad» y «termina adorando ídolos, y muy pronto los hombres y mujeres pierden su camino».
«¡Con Nuestra Señora como su guía, yo creo que la Arquidiócesis de Singapur hará grandes cosas para el Señor!», animó el Card. Parolin a los presentes. «La Madre de Dios nos protege con el manto de su amor maternal; su intercesión es un consuelo para todos sus hijos, pero también un aviso para asegurarse de que estemos cerca de su Hijo en nuestra peregrinación terrena».
Con información de Radio Vaticano.
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