Vallepietra (Martes, 25-08-2015, Gaudium Press) A 1.300 metros sobre el nivel del mar y a unos 60 kilómetros de Roma se encuentra el Santuario de la Santísima Trinidad de Vallepietra, un peculiar santo lugar que se halla incrustado en los Montes Simbruini de los Apeninos italianos, y al que cada año llegan miles de peregrinos, tras recorrer a pie días de camino.
Lo que atrae a los peregrinos, además de la belleza única del santuario y la naturaleza que lo rodea, es un fresco que se halla al interior de él. Se trata de una antiquísima pintura ubicada en una gruta en la que se representa a la Santísima Trinidad. En ella aparece el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo, cada uno en posición sentada, con la mano derecha dando la bendición y con la izquierda sostienen un libro abierto.
Fresco de la Santísima Trinidad. |
Éste no es el único fresco, la capilla también custodia otras pinturas antiguas que se encuentran representadas en la parte alta del lugar, entre ellas varias escenas evangélicas como la Anunciación, la Natividad y Adoración de los Reyes Magos, y la Presentación del Niño Jesús en el Templo. En el fondo también se encuentra el rostro de un santo que aún no se ha identificado; algunos dicen que es San Bernardino de Siena, otros que es San Juan de Capistrano.
Dos historias, una ligada a la tradición popular y otra a la narración literaria, hablan de los orígenes del Santuario. La leyenda popular dice que un día se encontraba un campesino arando la tierra sobre la colina quien ve como sus bueyes caen de manera repentina sobre el abismo; y al mirar bajo la montaña es testigo de algo asombroso: el arado queda atrapado en una roca, mientras su ganado pasta tranquilamente delante de una cueva en la que aparece de manera misteriosa la venerada imagen de la Santísima Trinidad.
San Juan Pablo II fue pregrino de este santo lugar. |
La segunda leyenda, que es de carácter literario, fue transmitida a través de un pergamino, del que se dice fue destruido posteriormente. La historia habla de dos personas, quienes eran procedentes de Ravenna pero residentes de Roma. Los dos corren al Monte Autore para refugiarse de la persecución que el emperador Nerón había emprendido contra los Cristianos. Se cuenta que de camino los dos hombres reciben la visita de los apóstoles Pedro y Juan, y que en el lugar donde hoy está el Santuario apareció un ángel que trajo a los cuatro un poco de comida del cielo y luego hizo surgir de la tierra una fuente de agua. Al día siguiente aparece la Santísima Trinidad que bendice el lugar al tiempo que el Monte Sinaí y los lugares santos de Palestina.
Hay una tercera historia, para algunos la más probable, que habla de los monjes de Grottoferrata, quienes hacia el 1100 fueron a llevar el Evangelio a las aldeas vecinas del monte y que en el santo lugar pintaron la venerada imagen de la Trinidad.
Independientemente del origen del Santuario, lo cierto es que existe una gran devoción por parte de los fieles a la imagen de Dios Padre, Hijo y Espíritu Santo, la cual que ha perdurado en el tiempo.
Por años peregrinos procedentes del centro de Italia han llegado a pie al Santuario. |
Esto se puede ver cada año en la festividad de la Santísima Trinidad, es decir el Domingo posterior a la solemnidad de Pentecostés, cuando miles de personas procedentes de ciudades y poblaciones del centro de Italia recorren los a pie los lugares de los que habla la tradición teniendo siempre como meta el Santuario y la imagen de la Santísima Trinidad.
No importan los kilómetros, las inclemencias del tiempo y el cansancio físico con tal de vivir un momento único de piedad y de fe frente a Dios uno y Trino. Experiencia de fe que también ha atraído a varios santos insignes, como fue San Juan Pablo II quien peregrinó a este Santuario durante su pontificado.
Con información de santuariovallepietra.it y de papaboys.org.
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