Tarragona (Martes, 25-08-2015, Gaudium Press) Tarraco, hoy Tarragona en España, fue centro del cristianismo primitivo hispánico, siendo la ciudad más rica en cultura material paleocristiana de la Península Ibérica. De acuerdo con datos históricos, la primera noticia del cristianismo en la ciudad data del 259, cuando Fructuoso, Obispo de Tarraco, y sus diáconos Eulogio y Augurio, fueron quemados vivos en el contexto de la persecución de los emperadores Valerio y Galieno; aunque una tradición vincula la llegada del cristianismo a esta ciudad con la acción misionera del apóstol San Pablo.
Igualmente, en el tiempo tardorromano, la Iglesia de Tarragona fue la sede metropolitana de la provincia Tarraconese, realizándose en ella diversos concilios provinciales. Asimismo, varios de sus obispos tuvieron atribuciones primadas por parte del Obispo de Roma.
Con el objeto de dar a conocer la gran riqueza del cristianismo primitivo que permeó en esta ciudad, se está promoviendo la Ruta de los Primeros Cristianos de Tarragona, que consiste en un itinerario de ocho lugares.
El punto de partida es la Capilla de San Pablo situada en el lugar más elevado de la acrópolis. Ella se encuentra en uno de los claustros del seminario que resguarda una capilla construida en el siglo XIII y que formaba parte del hospital de los canónicos de la Sede Catedralicia. De acuerdo con una tradición, la piedra en la que se sitúa la capilla fue lugar de predicación de San Pablo.
Tras la capilla, el recorrido lleva al Museo Bíblico Tarraconese fundado en 1930. Allí se halla una importante colección de materiales arqueológicos, artísticos, literarios y didácticos del cristianismo primitivo; igualmente ofrece una contextualización histórica y cultural sobre la Biblia situando el contexto de los primeros cristianos.
Posteriormente, se parte al Museo Diocesano y a la Catedral, ya que la Sede Catedralicia de Tarragona está situada en el lugar donde en la época romana se erigió un templo dedicado al culto de los emperadores. Este sitio fue desmantelado en el siglo V para transformarse en un espacio cristiano. Con el paso de los años se edificaron capillas dedicadas a los protomártires hispánicos Fructuoso y sus diáconos.
La Capilla de San Pablo, es una joya oculta destro del Seminario. Fue edificada en la piedra donde se dice predicó el Apóstol San Pablo / Foto: tarragonaturisme.cat. |
Tras el Museo y la Catedral, se sigue al Anfiteatro Romano, donde según la tradición fueron quemados vivos los protomártires por orden de Emiliano, entonces gobernador de la provincia Tarraconese. Allí, entre los siglos VI y VII, la Iglesia construyó una Basílica en memoria de San Fructuoso, Augurio y Eulogio.
El itinerario también lleva al Foro de la Colonia, que era el epicentro de la vida social y política de Tarraco, y donde se cree fue el lugar donde el Apóstol Pablo desarrolló su actividad misionera pública; así como al Museo y Necrópolis Paleocristianos, donde están enterrados Fructuoso y sus diáconos; y la Basílica del Parc Central, único ejemplo de la arquitectura basilical del tiempo paleocristiano que se encuentra en Tarragona.
El recorrido termina en el Conjunto Tardorromano de Centcelles, considerado uno de los testimonios más importantes del arte de los primeros siglos del cristianismo de la ciudad española.
Con información de tarragonaturisme.cat.
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