Greenville (Miércoles, 26-08-2015, Gaudium Press) EL P. Dwight Longenecker, sacerdote estadounidense convertido desde el anglicanismo y reconocido evangelizador a través de los medios de comunicación – en particular Internet -, emprendió una gran tarea en la pequeña parroquia a su cargo, Nuestra Señora del Rosario en Greenville: edificar un templo de gran belleza e identidad católica. «Nuestro templo existente era una bodega», explicó a National Catholic Register. «Queríamos un templo que se viera católico».
Ilustración del diseño del nuevo templo de Nuestra Señora del Rosario en Greenville. |
Su iniciativa es reflejo de la voluntad de su comunidad parroquial, que deseaba «una iglesia tradicional con vitrales». «Yo tengo la impresión al hablar con los católicos que muy frecuentemente los templos modernos que vemos son iglesias que fueron impuestas a la gente por sacerdotes modernistas, arquitectos modernistas», comentó, al tiempo que explicó que siente que ciertas personas buscan crear cosas que la gente «va a querer» en lugar de escuchar lo que realmente esperan. De hecho las decisiones sobre el proyecto de la nueva edificación se tomaron tras oír las expectativas de su comité parroquial. De hecho, el sacerdote deseaba algo de corte monástico y austero, pero los vitrales claramente eran un deseo de los fieles, por lo cual fue una parte importante de la elección arquitectónica.
El futuro templo de Nuestra Señora del Rosario será de estilo Románico, ya que «es un estilo de arquitectura reconocible como Católico», relató el sacerdote. «El gótico ha sido compartido un poco por otras denominaciones, y nosotros deseábamos un templo católico visiblemente identificable especialmente en el Sureste, donde los templos tradicionales son pocos y alejados entre sí». El deseo de los fieles fue hallado en un templo cerrado en Pittsfield, Santa María, Estrella de la Mañana, cuyos vitrales de estilo románico serán empleados en la nueva edificación. El rosetón exhibe los misterios del Santo Rosario, lo cual fue visto por el sacerdote como una señal del Cielo sobre el nuevo propósito de estos elementos sacros.
Pero el desafío de llevar a cabo la obra sigue siendo inquietante. Nuestra Señora del Rosario es una comunidad pequeña, con poco más de 500 familias en un sector de la ciudad de bajos recursos y problemas sociales. «¿Por qué los pobres deberían tener templos feos?», cuestiona el P. Longenecker a los escépticos, a quienes explica que el templo no es un gasto, sino una inversión en la comunidad. La comunidad parroquial lleva a cabo obras sociales y demostrará quees posible «hacer ambas cosas, servir a los pobres y construir un templo bello».
Los beneficios esperados superan ampliamente los horizontes materiales, ya que apunta a ser una obra de Nueva Evangelización y una comunicación de tres características de Dios : la bondad, la verdad y la belleza. «Nuevos templos como éste encapsulan las tres. No es sólo una edificación útil para el culto, sino que la gente manejando desde el camino va a ver este algo que nuestro pueblo no ha visto antes: los católicos».
La parroquia preparó un detallado presupuesto de los gastos que llegan a los cinco millones de dólares en total, con oportunidad de realizar donativos y registrar los nombres de los benefactores que permitan dotar el templo con cada uno de sus elementos, desde las imágenes religiosas y los vitrales, hasta los vasos sagrados y las columnas de la edificación, y acepta donativos a través de Internet en la página web de la parroquia en la cual se informa el progreso detallado de la obra.
Con información de National Catholic Register.
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