Cardenal Cañizares presidió misa en la fiesta de la Transverberación de Santa Teresa

Ávila (Jueves, 27-08-2015, Gaudium Press) El Cardenal Arzobispo de Valencia, D. Antonio Cañizares Llovera, presidió en Ávila, España, la Eucaristía de la Fiesta de la Transverberacion de Santa Teresa de Jesús, en la Capilla del Monasterio de la Encarnación.

Concelebrararon con D. Antonio, el Obispo de Salamanca, D. Carlos López, el Obispo emérito de Segovia, D. Ángel Rubio Castro, el Vicario de Religiosas Contemplativas de la Diócesis de Córdoba, Mons. Alberto José González Chávez, el Fundador de los Franciscanos de María, D. Santiago Martin, el Deán emérito de la Catedral Primada de Toledo, Mons. Santiago Calvo, el Capellán del Monasterio de la Encarnación, P. Arturo Diaz, L.C., el sacerdote carmelita Fray Miguel Ángel González González, el Rector del Seminario Menor de Valencia, D. Pablo Valls Espinosa, el párroco de Buenaventura y Sotillo de las Palomas, D. Eloy García Mejias, el párroco de Magán de Toledo, D. Juan Francisco Pacheco así como otros sacerdotes y religiosos.

Entre los feligreses que participaron de la Misa, se encontraban el Alcalde de Ávila, D. José Luis Ribas y los ex-Alcaldes de la misma ciudad, D. Miguel Ángel García y D. Ángel Acebes.

El Purpurado valenciano señaló en su Homilía que «la falta de una visión verdadera del hombre fundamentada en Dios, es el problema de nuestro tiempo. El no tener a Dios es la mayor de las pobrezas. Al hombre sin Dios le falta todo. El mundo sin Dios es un mundo abatido y sin esperanza. Solo a partir de Dios la tierra puede ser más humana. Donde Dios no está, surge el infierno, que es la falta de Dios. Una sociedad sin Dios se vuelve contra el hombre».

«San Juan Pablo II hablaba de la apostasía silenciosa. Y eso lo vemos hoy en nuestra sociedad».

«La transverberacion de la Santa nos lleva al contrario a ese mundo con Dios. !Como necesitamos de personas como Santa Teresa de Jesús! !Cómo los jóvenes necesitan de testimonios como el de Santa Teresa de Jesús! La experiencia de Santa Teresa nos conduce a Dios. Recordando esto nos sentimos llamados a centrar nuestra vida en Dios. A ser testigos del Dios vivo en los tiempos de hoy, para que su luz pueda brillar entre nosotros».

«La Iglesia existe para ser habitable en la Tierra la luz de Dios. La Iglesia existe para dar testimonio de Dios. Está llamada ella a ser el espacio donde se honra a Dios».