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San Luis (Jueves, 27-08-2015, Gaudium Press) Mons. Pedro Daniel Martínez, obispo de San Luis en la Argentina, estuvo al frente de las ceremonias en honor de San Luis Rey, patrono de su diócesis, el pasado 25 de agosto. El prelado destacó que el Santo Rey francés fue «hombre de familia, hombre en pocas palabras de esas vicisitudes temporales que significa la responsabilidad y el compromiso social, su vida. Hoy diríamos que ese compromiso responsabilidad social también es el compromiso patriótico, de la patria, del lugar de los padres para hacer algo para el bien común».
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Vitral representando a San Luis Rey que lava los pies a los pobres, en Troyes, Francia |
Desde la intercesión de las avenidad Illia y Lafinur, partió a las 10:30 am la procesión con las imágenes del santo patrono, el Santo Cristo de la Quebrada y la Virgen del Rosario del Trono.
Al llegar a la catedral, la comunidad diocesana interpretó el Himno Nacional y el prelado sanluiseño les habló a las madres y jóvenes tomando como base la vida de San Luis Rey.
La misa fue presidida por monseñor Martínez y concelebrada por monseñor Jorge Luis Lona, obispo emérito de San Luis, y monseñor Eduardo María Taussig, obispo de San Rafael. Además estuvieron presentes el gobernador de San Luis, Claudio Poggi, junto con su gabinete provincial y el intendente de la ciudad, Enrique Ponce, además de funcionarios municipales, senadores y diputados nacionales, entre otros.
Mons. Martinez destacó que las conmemoraciones el honra de San Luis Rey datan desde 1700.
San Luis, que fue encargado de cosas temporales «tenía fija su mirada en el cielo. Así interceda por nosotros, para que de las vicisitudes temporales podamos llegar al reino celestial», señaló.
El prelado explicó que San Luis fue ejemplo de «vivir en el tiempo pensando en la eternidad, que el tiempo se transforme en eternidad y que cada instante de nuestro tiempo fugaz quede fijo en una eternidad sin fin, que da sentido a la vida».
«De San Luis podemos contemplar todos los trabajos de su gobierno. De San Luis observamos su dedicación en todos los niveles de la vida, su oración personal, su visita a los enfermos, a los leprosos, a los que estaban con la peste, su cuidado a los pobres, a su cuidado para embellecer su reino hasta dar la vida, su juventud dedicada para a los demás y su corazón dedicado para Dios», subrayó.
El prelado concluyó su homilía invitando a la imitación de San Luis.
Con información de Aica
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