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Bogotá (Jueves, 03-09-2015, Gaudium Press) Esta mañana, en la sede de la Conferencia Episcopal Colombiana se reunieron obispos de Colombia y Venezuela para analizar la crisis fronteriza suscitada por la deportación de colombianos desde territorio venezolano. El llamado de los obispos fue al pronto diálogo al más alto nivel para solucionar la crisis.
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| Foto: CEC |
«Invitamos a buscar soluciones a los problemas de la frontera entre los dos gobiernos, no para insultarse, no para excluirse, sino para buscarle el beneficio y el bienestar a esos pueblos que sufren», aseguró Mons. Roberto Luckert León, Arzobispo de Coro, en Venezuela.
El presidente de la Conferencia Episcopal Venezolana, Mons. Diego Padrón, manifestó que la situación no puede continuar hasta llegar a una crisis humanitaria, como ya muchos la han llamado. Mons. Padrón resaltó la importancia de la actuación conjunta de la Iglesia a ambos lados de la frontera para paliar los efectos de las deportaciones.
Por su parte el Cardenal Rubén Salazar, Arzobispo de Bogotá y presidente del Consejo Episcopal Latinoaméricano, afirmó que en el encuentro con los obispos venezolanos se llegó a la conclusión de que «la frontera no es división sino el encuentro de dos pueblos», e informó que las Conferencias Episcopales de ambos países tendrán un nuevo encuentro para hacer seguimiento a los compromisos de trabajo conjunto adquiridos en esta reunión, encuentro de iglesias hermanas.
Con información de la CEC
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