Damasco (Jueves, 10-09-2015, Gaudium Press) El Patriarca greco-melquita de Antioquía, Alejandría y Jerusalén, Gregorio III Laham, expresó a AsiaNews su visión de la crisis de refugiados y los esfuerzos realizados alrededor del mundo para su acogida. El prelado recordó el deber de atacar la causa central de la emigración para dar una auténtica solución al drama de las familias. «Para evitar estas tragedias el punto es hacer la paz, garantizar la salvación y el futuro del Oriente Medio», explicó.
Su Beatitud Gregorio III Laham, Patriarca greco-melquita de Antioquía, Alejandría y Jerusalén. Foto: Bartholomeos Jacob. |
«Yo les digo que el enfoque no debe ser dar la bienvenida y acomodar a los refugiados, sino detener el conflicto desde sus raíces. Todo el mundo debe participar», comentó el Patriarca. «Esto es lo que esperamos, la paz… no palabras sobre los emigrantes y discursos de bienvenida. Nunca más la guerra». La oleada de emigración preocupa a los prelados de Medio Oriente, ya que podría significar el fin de la presencia cristiana en la región, sobre todo si los jóvenes se marchan y quedan únicamente los mayores.
Por este motivo, Su Beatitud Gregorio III emitió una carta dirigida a los jóvenes cristianos para alentarlos en medio de las graves dificultades que padecen. En ella el Patriarca afirma que «estamos interesados ??en ellos, que estamos interesados ??en su fe, su vida, su educación, sus tradiciones y su futuro», según reportó la agencia noticiosa. «Queremos que permanezcan y cuidar de ellos, pero al mismo tiempo queremos estar cerca de ellos, incluso si deciden irse. Y fundar nuevas parroquias en lugares de la diáspora, donde estos jóvenes encuentren refugio».
«Una Iglesia sin juventud no está viva», alertó el prelado. Sin embargo el llamamiento realizado es simplemente una invitación, dadas las graves condiciones actuales. «No queremos prohibir que se vayan, sino que les decimos que tengan paciencia y confianza, y que, si parten, nosotros estaremos cerca». El drama de la guerra ha impactado notablemente a las nuevas generaciones, y el Patriarca calcula que unas 20 mil escuelas han sido destruidas durante el conflicto en Siria.
La Iglesia en Siria adelanta proyectos de apoyo a través de microcréditos para fomentar actividades como la fabricación de velas, construcción de hornos para pan y la elaboración de alimentos. «Queremos ayudar a las familias que regresan a los pueblos alguna vez destruidos y ahora en paz, dándoles al menos una habitación para empezar a vivir de nuevo, reanudar gradualmente la ruta que ha sido interrumpida», indicó el prelado.
Con información de AsiaNews.
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