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Río de Janeiro (Miércoles, 16-09-2015, Gaudium Press) El Cardenal Arzobispo de la Arquidiócesis de Río de Janeiro, Mons. Orani João Tempesta, celebró este último domingo, 13 de septiembre la Santa Misa en el Festival Halleluya, dirigido al público joven, en los Arcos de la Lapa.
En su homilía, Mons. Orani resaltó que la palabra del Señor «nos es dirigida y ella nos habla de realidades muy concretas que vivimos en el día a día», una vez que «tomando como base el Evangelio», «tengo certeza que si saliésemos por ahí preguntando lo que dicen de Jesús encontraríamos muchas ideas: apenas un profeta, un revolucionario, que hace muchos milagros, en fin muchas ideas. Pero hoy si estamos aquí es porque creemos como Pedro».
«Nosotros tenemos esta misma Fe que Pedro profesó, no siempre muy madura y consciente, pero estamos aquí justamente para esto, para poder reafirmar que lo que nos movió para venir hasta aquí enfrentando tránsito, lluvia, frío, incomodidad fue la certeza de creer en Jesucristo nuestro Señor y Salvador que da la vida por nosotros y nos invita a dar la vida por él. ‘Quien quiera seguirme tome su cruz y sígame'», dijo.
Según el Cardenal, nosotros existimos justamente por el hecho de que creemos en Nuestro Señor Jesucristo y en el Apóstol San Pedro, que «profesa también el Evangelio y este creer precisa ser transmitido a través de las obras, en la medida de aquello que hacemos y nos comportamos».
En seguida, el Arzobispo expresó a los jóvenes: «El hecho de la presencia de ustedes aquí un domingo a la tarde y también los que vinieron el viernes de noche y sábado con lluvia y frío es una señal que atrae a las personas para buscar también a Jesucristo que da a ellas sentido de la vida para encontrar su camino».
Además, Mons. Orani destacó que es necesario, así como nos pide el Papa Francisco, que seamos una Iglesia en salida, anunciando con alegría el Evangelio en las periferias existenciales.
«Tenemos convicciones importantes para la sociedad y debemos exponernos para que esta sociedad crezca en los valores de la vida y fraternidad. Somos llamados a ver que la Fe debe ser traducida también en obras que ayuden a la sociedad a caminar mejor».
Al final, el Cardenal recordó que a lo largo de esos últimos años, con la realización de la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) en 2013, la actitud de los jóvenes vino a conmover la ciudad carioca, y el público contagiado por la alegría, «a través de los medios de comunicación llegó al mundo».
«Nosotros vimos que somos llamados a contagiar con el bien, pero él precisa ser presentado y esto ocurre por la proximidad de ir en las casas y plazas. El simple hecho de estar aquí en la Lapa representa esta aproximación», concluyó. (LMI)
De la redacción de Gaudium Press, con informaciones de la Arquidiócesis de Río de Janeiro
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