Madrid (Viernes, 25-09-2015, Gaudium Press) Con motivo de la fiesta de Nuestra Señora de la Merced, Patrona de los presos, el Arzobispo de Madrid, Mons. Carlos Osoro, ha exhortado a no dejar solos a los hermanos privados de su libertad llamando descubrir en cada uno de ellos el rostro de Cristo.
En su más reciente carta pastoral, publicada por la Archidiócesis de Madrid, el prelado expresa: «Con motivo de la Fiesta de Ntra. Sra. de la Merced, quiero que mis primeras palabras se dirijan a todas las personas privadas de libertad. ¡Cuánto me gustaría poder abrazarlas a todas y, con mi gesto, llevarles la paz y el cariño que solo regala el Señor Jesús a sus predilectos! Con mi abrazo quisiera transmitirles el de la Iglesia que es Madre de misericordia y que, como su Señor, quiere que no se pierda ninguno de los que le han sido confiados».
«Os invito a toda la comunidad diocesana a ‘descubrir el rostro de Cristo en cada detenido'»: Mons. Carlos Osoro. |
Recuerda también que «Dios es el único dueño del tiempo y el único juez infalible». Por esta razón alienta a los que se encuentran presos señalando que el tiempo de reclusión «puede y debe ser tiempo para el encentro fructuoso con Él, para reconducir la propia vida, asumir los errores cometidos y procurar reparar el mal causado».
En este sentido, Mons. Osoro llama: «¡no podemos dejar solos a nuestros hermanos y hermanas presos!». Y recuerda que Dios y su ternura «atraviesa los muros de los centros penitenciarios a través de la labor diligente y eficaz de la Pastoral Penitenciaria que constituye para la Iglesia un gozoso servicio».
Justamente esta pastoral y las capellanías de los centros de reclusión prestan su servicio desde la convicción que «el Evangelio responde a las necesidades más profundas de las personas, porque todos hemos sido creados para lo que el Evangelio nos propone: la amistad con Jesús y el amor fraterno», subraya el prelado citando la Exhortación Apostólica ‘Evangelii Gaudium» del Papa Francisco.
El Arzobispo recuerda además que la labor pastoral a favor de los encarcelados es una de las prioridades y preocupaciones de la Archidiócesis de Madrid: «Quisiera destacar también que la preocupación por las personas presas debe ser objeto de la solicitud pastoral de toda la Iglesia en Madrid. ‘Acordaos de los presos como…’ Sin este concurso de toda la vida diocesana, la Pastoral Penitenciaria quedaría reducida a una tarea benemérita, pero aislada de la diócesis».
Por este motivo apela para que todos, de modo especial las parroquias, «se preocupen por los encarcelados y sus familiares y procuren coordinarse con la Capellanía para la visita y atención de sus necesidades».
Llama igualmente para que todos los cristianos, así como personas de buena voluntad, asuman el compromiso «en la prevención social del delito mediante la promoción de una sociedad más justa, de una cultura con valores y condiciones de vida digna para todos».
«Os invito a toda la comunidad diocesana a ‘descubrir el rostro de Cristo en cada detenido’ y a ser sensibles ante quien se queja y retrocede. La Iglesia es refugio de pecadores y casa de las segundas oportunidades. Para la Iglesia nadie hay definitivamente perdido. Dios regala una oportunidad a cada ser humano para abrir su corazón a un amor siempre más grande que su pecado. Sabemos bien que la dignidad de la persona presa y su perfectibilidad es siempre mayor que su culpa y su delito», alienta Mons. Osoro invitando a esta obra de misericordia.
Con información de la Archidiócesis de Madrid.
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