Brasilia (Martes, 29-09-2015, Gaudium Press) En la Capital Federal, Brasil, más de 11 mil jóvenes tuvieron la oportunidad de participar de la segunda edición del Encuentro de Confirmados, ocurrido en el Polideportivo Nilson Nelson, el pasado domingo 27 de septiembre.
El evento, con la presencia del Arzobispo de Brasilia y presidente del Episcopado Brasileño CNBB, Mons. Sergio da Rocha, fue considerado por la Iglesia local una especie de mañana de evangelización. En la ocasión, los momentos de reflexión y alabanza fueron administrados por los arzobispos y obispos auxiliares, Mons. Marcony Vinícius Ferreira y Mons. Valdir Mamede.
Acogiendo a los presentes, Mons. Sergio agradeció a todos, en especial a los jóvenes que recientemente recibirán el Sacramento de la Confirmación, así como a los sacerdotes, religiosos, obispos y catequistas, ofreciéndoles unas palabras de aliento por la dedicación a esta misión evangelizadora. «Ustedes son la sal de la tierra, la luz del mundo. A ustedes, nuestro muchas gracias», dijo el Arzobispo.
Mons. Sergio aprovechó el momento para aconsejar a los jóvenes a tener un encuentro verdadero con Cristo, para que así la vida parroquial no cese al recibir los dones del Espíritu Santo.
«Que el crisma, sobre todo el tiempo de la preparación, sea para todos nosotros una ocasión para crecer, no solo en el conocimiento de la Palabra, sino en la vivencia de la Palabra, participando de la Iglesia, siendo fiel a Jesucristo», recordó.
Al final del encuentro, el obispo auxiliar Mons. Marcony hizo algunas orientaciones a los catequistas sobre cómo deben ser los encuentros y cuál debe ser la base de la vida de un catequista, destacando ser imprescindible vivir para testimoniar.
«Queridos catequistas, no solo hablen de Jesús. Primero, conversen con Jesús. La biblia debe ser la luz de todo y cualquier encuentro catequético. La Palabra de Dios debe ser algo tan rutinario en la vida del catequista para que él sea iluminado en todos los encuentros catequéticos por el propio Cristo que en él habla. Y la misma palabra de Dios debe ser la alegría de contagiar a los jóvenes».
«El Espíritu Santo nos configura con Cristo. Nos hace Cristo para el mundo. Lo que significa que amaremos como Jesús amó, enseñaremos como Jesús enseñó, que iremos a manifestarlo en todos los ambientes. Confirmados para ser más Iglesia. Ser miembro de Cristo. Ser Iglesia dentro de casa, en la catequesis, en los estudios, por donde sea. Confirmado es aquel que, terminando el Crisma, va a buscar a su párroco y dice que quiere trabajar en la Iglesia, asumir alguna cosa en la comunidad. Es aquel que se hace testigo de Jesús, en una actitud concreta, en un trabajo concreto, dentro de una comunidad concreta dentro de su parroquia», aclaró. (LMI)
De la redacción Gaudium Press, con informaciones Arquidiócesis de Brasilia.
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