Phoenix (Viernes, 02-10-2015, Gaudium Press) Una notable Exhortación Apostólica dirigida a los varones fue escrita por el Obispo de Phoenix, Estados Unidos, Mons. Thomas Olmsted, con motivo de un serio retroceso en las estadísticas de la Iglesia Católica a nivel nacional. El prelado describió la realidad actual como una batalla espiritual en contra del demonio y llamó a los hombres, «mis hijos y hermanos en Cristo», a asumir el auténtico modelo de masculinidad que es Jesucristo y tomar su lugar para cerrar la brecha por la cual el maligno está hiriendo a los niños y las familias y destruyendo la ética cristiana en la sociedad.
«Firme en la Brecha», es el título de la Exhortación Apostólica del Obispo de Phoenix. Foto: Diócesis de Phoenix. |
Batalla Espiritual
«El mundo está bajo ataque por Satanás, como nuestro Señor dijo que iba a suceder», declaró el Obispo, quien citó preocupantes cifras de la Iglesia Católica en Estados Unidos desde el año 2000, como la disminución de los matrimonios católicos en un 41 por ciento, la reducción de los bautismos de niños en un 28% o el abandono de la fe por parte de unos 14 millones de fieles. «Esta es una brecha seria, un hoyo en las líneas de batalla de Cristo», alertó Mons. Olmsted.
El Obispo indicó que este avance de las fuerzas del mal es posible en parte porque los hombres católicos «no han estado dispuestos a ‘pararse en la brecha’ para llenar este agujero que continúa abierto y vulnerable a más ataques». Muchos hombres practican su fe débilmente y apenas la transmiten superficialmente a sus hijos, mientras que otros abandonan la religión por completo. Las pérdidas de hombres jóvenes «tendrán un efecto devastador en la Iglesia en América en las siguientes décadas», cuando los mayores progresivamente fallezcan y no sean reemplazados en las nuevas generaciones.
Ante esta realidad, el Obispo realiza su llamado para orientar a los varones sobre qué es lo que significa ser una hombre católicos, como es la manera como un hombre católico ama auténticamente y por qué la paternidad, entendida plenamente, es crucial para los hombres. Estas propuestas se realizan en el contexto de la Nueva Evangelización que realiza un llamado al retorno a la fe, la condición actual de la Iglesia como «Hospital de Campo» y «Escuela de Batalla» (esta última propuesta como «otra imagen complementaria apropiada para nuestros días») y el hecho de que hombres y mujeres son complementarios, más no competidores, siendo el enfrentamiento o la confusión de la identidad fruto del pecado y no parte del designio de Dios.
¡He Aquí el Hombre!
Ecce Homo, por Antonio Ciseri. |
«Cada hombre, y en particular hoy, debe llegar a una aceptación madura y entendimiento de lo que significa ser un hombre. Esto pareciera obvio, pero en nuestro mundo hay muchas imágenes distorsionadas y evidencia de confusión sobre lo que es la masculinidad verdadera», afirmó el Obispo, quien propuso el modelo verdadero de toda masculinidad: Jesucristo, tal como lo anunció Pilato al presentar a Cristo a la multitud durante su Pasión: «¡He aquí al Hombre!».
El procurador romano «pensaba que solo presentaba a un hombre de Nazaret, sin saber reconocer que presentaba a Dios hecho hombre, el Verbo encarnado, Jesús de Nazaret quien es completamente Dios y completamente hombre, la perfección de la masculinidad», comentó Mons. Olmsted. «Buscar lo que el mundo nos presenta como masculino es ver las sombras, o incluso fraude, de lo que es masculino».
El prelado llamó a los hombres a no idolatrar a las celebridades, «modelos fugaces» sobre los cuales no se puede edificar la identidad. «Mis hermanos católicos, sólo podemos construir una fundación sólida para nuestra masculinidad sobre la roca, Jesucristo. Vemos a Jesucristo como la expresión de la masculinidad, para ser transformados en Él, para ser los hombres que somos llamados a ser, y para dejar que otros lo vean a Él en nosotros».
El encuentro personal con Jesucristo se produce en la Eucaristía y la Iglesia ofrece además el ejemplo y patronato de los Santos, como continuación de los Evangelios y ejemplos dignos de ser imitados. De la misma manera como los varones admiran por ejemplo a las grandes figuras deportivas, Mons. Olmsted propuso una lista de diez Santos para que los varones elijan un Patrono. Los Santos mencionados por el Obispo son San José, San Juan el Bautista, San Pablo, San Miguel Arcángel, San Benito, San Francisco de Asís, Santo Tomás Moro, Beato Pier Giorgio Frassati, San Josemaría Escrivá y San Juan Pablo II, estos últimos citados como ejemplos actuales y cercanos para los fieles.
El camino del hombre católico
El prelado hizo un llamado a la santidad y la lucha contra las tentaciones de la carne, la codicia y la ostentación, tentaciones que Jesús mismo enfrentó en el desierto, invitando a los varones a enfrentar la batalla interior sin la cual no es posible dar testimonio de la fe.
El Obispo indicó las prácticas que todo hombre católico debe realizar: Entre ellas, orar todos los días – «¡Sin oración, un hombre es como un soldado sin comida, agua, o munición!», afirmó -, examinar la conciencia antes de dormir, asistir a la Eucaristía y leer las Sagradas Escrituras. Además recomendó el recurso frecuente a la Confesión sacramental y la construcción de un clima de fraternidad con otros hombres católicos comprometidos.
Con respecto al auténtico amor masculino, el prelado criticó la imagen ficticia de un agente secreto, James Bond, quien se demuestra incapaz de tener un verdadero lazo afectivo o familiar. En su lugar recordó cómo el amor de Cristo es de entrega auténtica y de unidad. La misma palabra religión significa en latín atadura, y en la actualidad es frecuente oír a los hombres decir que son espirituales pero no religiosos. «Les recuerdo que Satanás también es ‘espiritual, pero no religioso!’. Un hombre que a sus 40 años no tiene un solo lazo de auto entrega en su vida merece lastima, no nuestra admiración».
«El verdadero amor que Cristo demuestra está centrado en desearle el bien al otro, en vaciarse por completo en caridad hacia los demás», explicó Mons. Olmsted, y es este amor de sacrificio el que es puesto como modelo masculino para los roles de amigos, esposos y padres. Por ejemplo, el tiempo de soltería es para preparar la entrega del matrimonio y la familia, y para aprovechar la juventud para el heroísmo. La llamada Revolución Sexual difundió una visión egoísta de la sexualidady erosionó la valoración del matrimonio y la familia, prometiendo un tipo amor que no pudo ofrecer la felicidad que prometía.
La Paternidad, imagen de Dios
Finalmente, el Obispo pidió recuperar la noción de la paternidad, imagen de Dios mismo, que es uno de los objetivos del ataque en contra de la civilización cristiana. La paternidad y la maternidad «significa realizarse plenamente, porque es llegar a ser semejantes a Dios. Esto no se dice en los periódicos, no aparece, pero es la verdad del amor», afirmó el Papa Francisco en un discurso citado por el Obispo.
El prelado indicó que incluso los llamados al celibato reciben de Dios una misión paternal espiritual, por cuanto todo hombre debe aceptar y fomentar su vocación paterna. «Si no abrazas la vocación de esposo y padre que Dios ha planeado para ti, estarás estancado en la impotencia de la ‘semilla’ que se rehúsa a morir, se rehúsa a dar vida», motivó el Obispo. «¡No te conformes con una vida a medias! Sé un padre».
El Obispo concluyó con un llamado a rescatar «la fe de nuestros padres», de quienes fueron capaces de dar la vida o enfrentar tormentos para mantener su fidelidad a la fe. «Acompáñenme en oración para que también nosotros los hombres del siglo XXI hagamos nuestras las palabras de este verso: «Nuestros padres, encadenados en prisiones de oscuridad, estaban todavía libres en el corazón y la conciencia. Cuán dulce sería el destino de sus hijos si, como ellos, podrían morir por Vos. ¡La fe de nuestros padres, santa fe! Vamos a ser fiel a ti hasta la muerte».
El texto completo en español puede accederse a través del siguiente vínculo.
Con información de Diócesis de Phoenix.
Deje su Comentario