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Diálogo es el único camino para la paz en Mindanao, afirma sacerdote filipino

Manila (Martes, 18-08-2009, Gaudium Press) «Promover la paz a partir de un nivel-base» sería una de las mejores opciones para solucionar el duradero conflicto entre el ejército Filipino y los rebeldes del Moro Islamic Liberation Front (MILF), cree el padre católico Leo S. Pepito.

El padre, que trabaja en la diócesis de Digos, en la provincia de Dagao del Sur, afirmó a la red de noticias Asia News que los líderes políticos y de la guerrilla no pueden encontrar una estable y perenne solución por cuenta propia. Personas comunes también deben estar envueltas en el diálogo de forma a superar la «cultura de la muerte».

El padre, de 45 años, dijo que la Iglesia hace un gran esfuerzo para «extender la mano» a sus hermanos musulmanes, esperanzada de que un «cambio de comportamiento» pueda ocurrir en las personas.

En los últimos 40 años, Mindanao ha sido escena de una guerra entre tropas del gobierno y del grupo terrorista Abu Sayyaf. Tanto el MILF cuanto los extremistas ligados a Al-Qaeda quieren crear un estado independiente, opción que Manila siempre ha rechazado.

Un «diálogo de vida» y mejores relaciones interpersonales entre cristianos, musulmanes y los indígenas Lumads son la única manera de alcanzar una paz larga y estable. Y también papel y parte de la misión cristiana de evangelización.

En Mindanao, el pueblo vive un «deseo de muerte» que es consecuencia de la guerra entre criminales y las fuerzas del gobierno. Por causa de eso, cree el religioso católico, una «cultura de paz» debe ser instalada en el corazón de las personas a respecto de sus razas, religiones u otro factor distintivo cualquiera.

Padre Pepito destacó que apenas un «amplio desarrollo socio-económico» en la región puede ayudar a la población local. Recientes conversaciones de paz entre el MILF y el gobierno, marcadas para octubre, deben contribuir. Sin embargo, es igualmente importante promover «conversaciones de paz» a un nivel «personal o comunitario».

«A pesar de ese tan antiguo problema, las personas en Mindanao están esperanzadas de que un camino puede ser encontrado para tener la paz despuntando en sus corazones y para superar todas las formas de discordia, ira y la cultura de la muerte», dijo.

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