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Ciudad del Vaticano (Miércoles, 11-11-2015, Gaudium Press) Una de las exhortaciones del Papa a Mons. Angelo De Donatis, en la misa de ordenación episcopal del nuevo obispo auxiliar de su diócesis fue: «La Iglesia y el mundo necesitan de mucha misericordia. Enseñe a los presbíteros, a los seminaristas el camino de la misericordia».
La ordenación fue hecha en la tarde de este lunes 09, por el propio Pontífice en la Basílica de San Juan de Letrán, en el día de la Dedicación de la basílica papal. Fue una tarde de gran alegría para la Diócesis de Roma con la ordenación de su más nuevo obispo auxiliar.
En la homilía el Papa reflexionó sobre el ministerio episcopal y su alta responsabilidad eclesial. Francisco recordó que, efectivamente, en el ministerio del Obispo «Cristo no cesa de anunciar el Evangelio y de ofrecer a los creyentes los misterios de la fe. Es Él quien, por el múnus paterno del Obispo, agrega nuevos miembros a su Cuerpo, que es la Iglesia. Es Él que, por la sabiduría y prudencia del Obispo, os conduce, a lo largo de la peregrinación terrena, a la felicidad eterna.»
Francisco recordó a Mons. Donatis que el Episcopado es un servicio y no un honor; «El obispo debe distinguirse más por el servicio prestado que por los honores recibidos».
«Predica la palabra de Dios, ya sea que agrade, o ya sea que otras veces desagrade. Reprende, pero siempre con dulzura», acrecentó.
El Obispo exhorta con magnanimidad y doctrina. «Sus palabras sean simples, que todos puedan entender, que no sean largas homilías. Me permito decirle: recuerde a su padre, ¡cómo quedó feliz por haber encontrado cerca de donde estaba otra parroquia donde se celebraba la misa sin la homilía! Que las homilías sean la transmisión de la gracia de Dios: simples, que todos entiendan y todos tengan la voluntad de tornarse mejores.»
Consejos
«Acuérdese siempre del Buen Pastor, que conoce a sus ovejas y es por ellas conocido, y que no vaciló en dar la vida por el rebaño». «Ame con amor de padre y de hermano a todos aquellos que Dios le confió, como le dije, sobre todo a los presbíteros y los diáconos, los seminaristas; pero también los pobres, los indefensos y aquellos que necesitan de acogida y de ayuda».
Francisco pidió al nuevo obispo que no se olvide de tener gran atención a los que no pertenecen al único rebaño de Cristo, porque también estos le fueron confiados por el propio Cristo.
«Está próximo del inicio del Año de la Misericordia; le pido -como hermano- que sea misericordioso. La Iglesia y el mundo necesitan de mucha misericordia. Enseñe a los presbíteros, a los seminaristas el camino de la misericordia. Con palabras, sí: pero, sobre todo, con sus actitudes. La misericordia del Padre que siempre recibe, que siempre tiene espacio en su corazón, jamás expulsa a alguien. Espera siempre. Esto le deseo: mucha misericordia», añadió el Papa.
El 14 de setiembre pasado Mons. Angelo De Donatis fue nombrado obispo auxiliar de Roma. Fue él quien, durante la Cuaresma del año pasado hizo las meditaciones para los Ejercicios espirituales propuestos al Papa y a la Curia Romana. (JSG)
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