Madrid (Jueves, 12-11-2015, Gaudium Press) En una solemne Eucaristía presidida por el Arzobispo de Madrid, España, Mons. Carlos Osoro, en la Plaza Mayor de esta ciudad, la alcaldesa Manuela Carmena renovó el tradicional Voto de la Villa a Santa María la Real de la Almudena.
Mons. Carlos Osoro, Arzobispo de Madrid, España, durante la celebración de la eucaristía en honor a Santa María la Real de la Almudena. Foto: Archidiócesis de Madrid. |
La alcaldesa recordó el compromiso de los habitantes para transformar la ciudad en un «lugar de reposo para el agotado, con techo para el desahuciado, con amistad para el abandonado, con esperanza para los sin techo y con abrazos acogedores para los refugiados». Tras sus palabras, el Arzobispo agradeció su participación y su invitación a la construcción en la caridad.
Tres retratos de la Santísima Virgen
Mons. Osoro, quien predicó la homilía por la Fiesta de la Patrona de la ciudad, recordó que en la Santísima Virgen se cumple la palabra del Apocalipsis: «esta es la morada de Dios con los hombres», que además fue dada a los hombres por Jesucristo en la Cruz. «¿Quién es esta mujer a la que el Señor nos da como Madre?», cuestionó el prelado. Mons. Osoro propuso tres momentos o «retratos» en los que se identifica a la Madre de Dios. El primero es el retrato de su «sí» a Dios; el segundo es su «salida aprisa a los caminos por donde van los hombres», y el tercero es «su primer encuentro fuera de su casa, en el camino, después de haber dicho ‘sí'».
En el primer momento, en la Anunciación, «con su ‘sí’ logra que en esta historia entre la Belleza», que es Dios mismo revelado por Jesús. «Es la Belleza que nos dice que el ser humano solo se realiza plenamente y realiza a los demás en la entrega de sí mismo. Es la Belleza que se manifiesta en María, quien realiza una entrega incondicional a Dios no en beneficio propio, sino para dar vida a los demás».
Sobre la visita de la Santísima Virgen a su prima Santa Isabel, el Arzobispo destacó que «ella salió, pero salió a servir. Salgamos corriendo como María a prestar un servicio a los demás». Esta disposición materna da «un rostro humano a Dios», que es muy necesario en la actualidad. «¡Cuántos niños necesitan experimentar que no quieren cosas, quieren cariño, amor, entrega a sus vidas, que les revelen y hagan crecer en todas las dimensiones que tiene la vida, en la que está también la trascendente! ¡A cuántos jóvenes hay que hacerles ver que no sean viejos, que sueñen, que Cristo vive, que no nos quita libertad, al contrario, la da, nos hace libres, que Cristo no es una idea más de las muchas que hay!», exhortó el Arzobispo.
De igual manera, Mons. Osoro indicó que el encuentro entre la Santísima Virgen y Santa Isabel «transparenta la alegría de la fe y que impregna todo de esta alegría», y constituye el tercer retrato de la Madre de Dios destacado por el prelado. «Alegría y servicio al prójimo van unidos. No hay verdadero servicio al prójimo sin la alegría de hacerlo, que siempre es provocadora de bienestar. Y tampoco hay alegría verdadera si no nos lleva a servir y a hacer partícipes a los demás de la misma», indicó. «Este momento de la historia de la humanidad nos pide creatividad. Como María: ofrezcamos alegría y servicio al prójimo, desde unas vidas ocupadas por Dios».
Con información de Arquidiócesis de Madrid y Zenit.
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