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Ciudad del Vaticano (Viernes, 13-11-2015, Gaudium Press) Este jueves 12 de noviembre, el Papa Francisco recibió a los obispos eslovacos que están en Roma para la visita «Ad Limina».
En el mensaje entregado a los obispos, el Papa los alienta en su «trabajo pastoral» en este período de «dificultades» y desafíos ligados a la globalización.
El Santo Padre insistió en la necesidad de una formación permanente de los sacerdotes llamados a testimoniar una «vida ejemplar», y subraya también la importancia del acompañamiento de familias, particularmente de los jóvenes.
Dentro de un contexto de profunda crisis migratoria, el Papa invitó a considerar las migraciones como una «oportunidad», instando a la Iglesia a promover la cultura de la hospitalidad.
En su Mensaje, el Santo Padre también agradeció a los obispos eslovacos por su acción en defensa de las familias «que enfrentan tantas dificultades».
Francisco llamó a los obispos a acompañar y «promover la juventud, esperanza de la Iglesia y de la nación.»
«A pesar de las muchas atracciones que invitan al hedonismo, a la mediocridad y al suceso inmediato, los jóvenes no son fácilmente intimidados por dificultades y son particularmente sensibles al empeño total».
«En un contexto cada vez más multicultural, dice Francisco, se deben asumir actitudes de respeto mutuo para favorecer el encuentro.» La Iglesia tiene un papel determinante que desempeñar.
El Santo Padre exhortó a los Obispos a favorecer en Eslovaquia el «mantener su identidad cultural y herencia espiritual, íntimamente ligada a la tradición cristiana.»
Hoy más que nunca, insiste, «es necesario iluminar el camino de los pueblos con los principios cristianos (…) y es importante que se infunda la esperanza de la Iglesia para que todas las alteraciones actuales se tornen un renovado encuentro con Cristo». (JSG)
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