Tlaxcala (Miércoles, 18-11-2015, Gaudium Press) La Diócesis de Tlaxcala, México, celebró el pasado 14 de noviembre la clausura solemne del Año Jubilar por el V Centenario del Nacimiento de los Niños Mártires de Tlaxcala. La ceremonia convocó a más de 40 Obispos mexicanos, además de numerosos sacerdotes, religiosas y seminaristas de toda la Diócesis. El Cardenal Norberto Rivera, Arzobispo de México, presidió la Eucaristía y destacó los rasgos principales de la espiritualidad que inspiró el valiente testimonio de los pequeños mártires.
Ceremonia de clausura del Año Jubilar de los Niños Mártires de Tlaxcala. Foto: Diócesis de Tlaxcala. |
El primer rasgo destacado por el Card. Rivera es la observancia radical del Evangelio. «Los Niños Mártires sabían que en la vida solo hay dos caminos: la idolatría o el servicio al Dios del cielo», explicó. «Aceptando el Evangelio, se apartaron de la idolatría y optaron por seguir radicalmente a Jesús, en su modo de vivir y de actuar». Además, el purpurado alabó la «obediencia a Dios en la Iglesia» de los niños indígenas, quienes aceptaron su misión como catequistas e intérpretes y el riesgo que eso significaba para su vida.
Además de estas dos características, el Cardenal señaló la voluntad de los niños mártires de transformar su entorno, «destruyendo a los ídolos de su tiempo y confrontando a sus contemporáneos», una actitud que debe inspirar a los católicos de hoy y a los hombres de buena voluntad. «El compromiso de los laicos no está en la sacristía, sino sobre todo en el mundo, en el trabajo, en la escuela y en los foros sociales», advirtió.
En medio de los tormentos a los que lo sometió su propio padre, el mártir Cristóbal lo perdonó: «¡Oh padre!, no pienses que estoy enojado, porque yo estoy muy alegre, sábete que me has hecho más honra, que no vale tu señorío». Esta actitud fue destacada por el Card. Rivera como la de la construcción de la paz, que unida a la de la sed de misión que los llevó a evangelizar a los suyos y a los extraños , marca la identidad de los niños mártires.
La celebración del Año Jubilar fue ocasión también de reiterar a los fieles el llamado a pedir la intercesión de los primeros mártires mexicanos, para obtener el milagro que permita su canonización.
Con información de Diócesis de Tlaxcala.
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