Madrid (Miércoles, 18-11-2015, Gaudium Press) El Arzobispo de Madrid, Mons. Carlos Osoro, ha hecho un llamado a la Iglesia que peregrina en la capital española para que viva una verdadera y profunda «conversión pastoral». Esta invitación ha sido presentada por el prelado en su más reciente carta pastoral, firmada en la solemnidad de la Asunción de María, en la que plantea el plan pastoral para los próximos tres años.
Con este documento, como dice el mismo Arzobispo, «deseo entregaros una reflexión pastoral-sapiencial que tiene como trasfondo el texto de los discípulos de Emaús. Quiero que nos ayude a descubrir ‘las claves de una verdadera conversión pastoral y de la transformación misionera’ que solo provoca el encuentro con Jesús».
Sobre ello agrega: «La gran provocación que debemos acoger es la que el Beato Pablo VI proponía en la exhortación apostólica Evangelii nuntiandi: ‘Evangelizar significa para la Iglesia llevar la Buena Nueva a todos los ambientes de la humanidad y, con su influjo, transformar desde dentro, renovar a la misma humanidad'».
Mons. Osoro explica también que el Plan Diocesano de Evangelización ha sido diseñado para tres años; el primero, que abarca el periodo 2015-2016, planteará «la conversión pastoral para una transformación misionera de la Iglesia en Madrid»; el segundo, que comprende el año 2016-2017, será para los «Desafíos, retos, tentaciones y posibilidades para la evangelización en Madrid; y el tercero, año 2017-2018, tendrá como tema «El pueblo de Dios que vive en Madrid anuncia el Evangelio y trata de dar respuesta a los problemas personales y sociales que hay en nuestro mundo».
Retomando el texto de los discípulos de Emaús, el Arzobispo recuerda que «los discípulos de Jesucristo tenemos que salir al mismo camino por el que deambulan nuestros contemporáneos», ya que «es un imperativo del Señor: ‘Id por el mundo y anunciad el Evangelio'».
«Adentrarse en el camino de los hombres es no perdernos ningún rincón o situación en la que pueda estar cualquier ser humano, por compleja que resulte. Solo el que me acompaña incluso en el camino de la oscuridad, la soledad y la muerte, es el verdadero pastor», escribe el prelado.
Dice, además, que este encuentro con Dios es para todos: «La vida de los hombres en esta humanidad globalizada manifiesta que los hombres y mujeres de nuestro tiempo viven y tienen muchas ocupaciones, muy diferentes preocupaciones y sus conversaciones son muy variadas. Pero aun así, sale el Señor en su búsqueda. Él quiere encontrarse con todos, que a nadie le falte la experiencia del rostro de la misericordia, del amor incondicional que solo Dios muestra. Y la Iglesia sale al camino y se tiene necesariamente que dirigir sin vacilaciones a todos los hijos de la Iglesia y a todos los hombres y mujeres».
Un encuentro que no sería posible sin el mismo Jesús. Como lo expone el prelado en la Carta Pastoral: «Hemos de estar convencidos de que sin el Señor no hacemos nada. La Iglesia sale verdaderamente a los caminos de los hombres, cuando lo hace convencida de que quien va primero y delante es Jesucristo mismo. Como Iglesia del Señor, hemos de reconocernos como discípulos misioneros que sabemos que el Señor es quien ha tomado la iniciativa».
El Arzobispo de Madrid también invita a reflexionar en torno a la Constitución sobre la Iglesia en el mundo actual del Concilio Vaticano II, que dice: «La razón más alta de la dignidad humana consiste en la vocación del hombre a la comunión con Dios. El hombre es invitado al diálogo con Dios desde su nacimiento; pues no existe sino porque, creado por Dios por amor, es conservado siempre por amor; y no vive plenamente según la verdad si no reconoce libremente aquel amor y se entrega a su Creador».
Al concluir la Carta Pastoral Mons. Osoro invita a tener tres experiencias fundamentales: Darse, abrir los ojos y a tener ardor y pasión por anunciar, para así salir al camino y dar a conocer a Jesucristo.
En este enlace lea completa la Carta Pastoral: «Jesús, rostro de la misericordia, camina y conversa con nosotros en Madrid».
Con información de la Archidiócesis de Madrid.
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