Nuncio Apostólico en EEUU aconseja vigilancia sobre identidad católica de las escuelas

Washington (Miércoles, 18-11-2015, Gaudium Press) La educación católica fue el centro del discurso del Nuncio Apostólico en Estados Unidos, Mons. Carlo Maria Vigano, a los Obispos del país, reunidos en la Asamblea Plenaria de otoño de la Conferencia de Obispos Católicos de Estados Unidos. El prelado pidió que los líderes educativos «retomen firme control del yelmo de sus instituciones a través de las tormentas de los tiempos presentes».

Mons. Carlo Maria Vigano, Nuncio Apostólico en Estados Unidos. Foto: Nunciatura Apostólica.

Mons. Vigano recordó el éxito de la visita del Papa Francisco a Estados Unidos y la exposición de la belleza de la Doctrina de la Iglesia en el Encuentro Mundial de las Familias, los dos eventos principales de la Iglesia en 2015. De ahí, comparó la Iglesia actual con la de sus orígenes, para describir cómo los Obispos decidieron emplear la educación católica como la herramienta para dar forma al crecimiento y desarrollo de la fe católica en el país.

«Estas escuelas se hicieron fortalezas de sólida formación católica para todos esos jóvenes que tomarían su lugar en el futuro de América», indicó el Nuncio. La educación católica debe ser una herramienta en la Nueva Evangelización, siempre que se cumpla una condición: «Esta fuerza, que debería encontrarse en la familia y en las escuelas, existirá sólo en proporción a su identidad católica», por lo cual debe fomentarse el compromiso con la Verdad y no dejarse llevar por una «civilización secularizada y cada vez más pagana».

Escuelas católicas que enseñen a vivir la fe

Mons. Vigano enunció dos puntos principales de consideración: «la necesidad de dar particular atención y cuidado a nuestras instituciones educacionales católicas para que recuperen el lustro de su verdadera identidad» y la motivación a las Universidades Católicas a «ser fieles al título de ‘católicas’ que ostentan».

El testimonio de fe no se limita a los contenidos académicos, sino que se extiende sobre todo a la práctica de la fe. «Nuestros estudiantes deberían aprender cómo orar y cómo estar familiarizados con Cristo. Ellos deberían experimentar cuán enriquecedor es el encuentro con el pobre, con el enfermo, con el anciano y el inmigrante», recomendó. «Ellos también deberían experimentar junto con la gran calidad de la educación, la devoción inspiradora a Nuestra Señora y el amor por las misiones».

«Que Dios nos dé a nosotros como maestros y modelos en la fe y la gracia que necesitamos para ser siempre fieles para nuestra misión de renovar el espíritu de la evangelización», concluyó. «Mientras continuamos nuestra jornada sabemos que no estamos solos en el Face deberes que el firme apoyo del pueblo de Dios está con nosotros». El prelado recordó su compromiso de cercanía en la oración, el pensamiento y la sincera gratitud «mientras se puede estar acercando el final de mi misión entre ustedes», debido a su edad de 74 años, a tan solo un año de su renuncia obligatoria.

Con información de Catholic Culture y Conferencia de Obispos Católicos de Estados Unidos.