Bogotá (Jueves, 19-11-2015, Gaudium Press) El pasado martes 17 de noviembre tuvo lugar una especial celebración en la Arquidiócesis de Bogotá; el clero, fieles en general y representantes civiles conmemoraron a la Patrona de la jurisdicción eclesial: Santa Isabel de Hungría. La festividad trascurrió en el marco de una solemne Eucaristía que presidió Mons. Jaime Mancera, Vicario de Evangelización, en la Catedral Primada de Colombia, y ante la reliquia del cráneo de la santa que custodia por años el templo catedralicio.
Santa Isabel de Hungría / Foto: Gaudium Press. |
«Es muy especial saber que entre nosotros hay esta reliquia: una parte grande de su cráneo está aquí entre nosotros. Más que ser simplemente unos huesos, son para nosotros la presencia de una persona por la cual pasó Dios y tocó profundamente su corazón, su mente, su vida entera. Haciendo de ella un testigo de la misericordia de Dios», expresó Mons. Mancera durante la homilía.
Luego prosiguió: «Nos alegra profundamente la presencia de esta reliquia aquí en nuestra Arquidiócesis. La presencia de nuestra Patrona, bajo cuyo patrocinio está puesta la vida de todos los católicos de esta Arquidiócesis de Bogotá».
En otro momento dijo que la Arquidiócesis de Bogotá cuenta con «una patrona maravillosa», ya que «nos permite ver cómo, cuando pasa Dios por la vida, realmente transforma nuestras vidas, nos hace ser libres, nos hace compartir la vida, nos hace ser sensibles a las necesidades de los demás».
«Y eso es lo que queremos ser en la Arquidiócesis, lo que estamos buscando a partir de todo este proceso de renovación de nuestra vida arquidiocesana, que vamos construyendo a través de nuestro Plan de Evangelización (…) Queremos que el Señor, con su misericordia, pase por la vida de todos y de cada uno de nosotros, nos renueve, nos haga libres. Haga que la alegría del fondo de nuestro corazón brote y, por lo tanto, lleguemos a ser en medio de esta ciudad, sal de la tierra y luz del mundo, testigos de la misericordia del Señor», agregó.
En este sentido, dijo que Santa Isabel de Hungría «nos inspira, nos señala con su vida que el Señor ha hecho grandes cosas por nosotros y quiere hacer a través de nosotros grandes cosas en favor de los demás».
Al concluir, Mons. Mancera oró a Dios para que «llene nuestro corazón de esperanza», dé la valentía que le dio a la santa «para ser capaces de seguir creyendo en la bondad y en el bien de cada ser humano. Le pedimos al Señor que así como le dio esa gracia a ella de ser sensible ante las necesidades de los demás, también hoy nos haga a nosotros sensibles, misericordiosos, solidarios ante las necesidades de hombres y mujeres que sufren en medio de nuestra ciudad».
Mons. Jaime Mancera, Vicario de Evangelización, lleva en procesión el relicario de Santa Isabel de Hungría / Foto: OAC. |
Finalmente, pidió a Nuestro Señor, por mediación de Santa Isabel, «una dosis de valentía para sentirnos orgullosos de creer en Jesucristo Nuestro Señor. Orgullosos de poner nuestra confianza en Aquel que dio su vida por nosotros en una Cruz, y a Quien seguimos porque está vivo, porque ha resucitado porque en Él encontramos la razón, y todas las razones, para vivir».
«Que el Señor nos regale esa valentía para que en medio de nuestra ciudad, en medio de las dificultades de la vida, podamos dar siempre testimonio de la presencia del Señor, que cuando pasa por nuestras vidas, así como el viento, que no lo vemos, es capaz de mover nuestros corazones, nuestros pensamientos y hacer de nuestra vida algo maravilloso», puntualizó.
La reliquia del cráneo de Santa Isabel de Hungría llegó a Bogotá de manos de Mons. Luis Zapata de Cárdenas, quien fuese hacia el año 1573 el Arzobispo Metropolitano de Santafe de Bogotá.
Al finalizar la Eucaristía de la Fiesta Patronal de la Arquidiócesis bogotana, los fieles veneraron la reliquia de cráneo de Santa Isabel de Hungría / Foto: OAC. |
Antes de su destino final, la reliquia ya había recorrido un largo camino. La reforma protestante en los estados alemanes había causado, entre otras cosas, la profanación de los restos de la santa, antes venerados en la Catedral de Marburgo. Pero un descendiente de Isabel de Hungría, Federico de Hesse, las retuvo consigo hasta 1548, cuando el Emperador Carlos V lo obliga a restituirlos. Parte de las reliquias fueron entregadas a la Reina Mariana de Austria, la cuarta esposa de Felipe II, quien se las confía al Arzobispo Zapata de Cárdenas.
La reliquia, resguardada en una caja de plata en forma del busto de la Santa, permanece en la bóveda del tesoro de la Catedral Primada de Colombia. El pasado martes salió de este lugar para recibir la veneración de los fieles en su fiesta patronal.
Con información de la Oficina Arquidiocesana de Comunicaciones, OAC-Bogotá.
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