Seúl (Lunes, 23-11-2015, Gaudium Press) El Cardenal Mauro Piacenza visitó en la semana pasada la línea de demarcación entre Corea del Norte y Corea del Sur, una frontera de especial significado por la división de este país tras la revolución comunista y la guerra y la ausencia de presencia de la Iglesia a causa de la limitación a la libertad religiosa en el régimen Comunista del Norte. El purpurado relató sus impresiones al haber podido observar a los soldados norcoreanos a través de la frontera y constatar el clima de tensión en el lugar. «Es muy importante orar por la paz y la reconciliación en este maravilloso país así como la sanación de las heridas internas y externas de su pueblo», expresó tras la visita.
El Cardenal Piacenza (segundo de derecha a izquierda) conoce la zona de frontera entre Corea del Norte y Corea del Sur, escenario de permanente tensión militar. Foto: AIN. |
El Cardenal tuvo la oportunidad de visitar soldados heridos durante un incidente militar en la frontera, algunos de los cuales son fieles católicos y han perdido las piernas. «Estuve particularmente conmovido por la visita a la frontera intercoreana. Pudimos ver a los ojos a los soldados norcoreanos, así de cerca estuvimos. Solamente estábamos separados por un cristal», relató el purpurado. » noté cuán sospechosos estaban acerca de nuestra visita. Sin embargo también vi curiosidad en sus ojos, eso es ciertamente algo positivo».
«A lo largo de la frontera había evidencia de que verdaderamente hay una guerra que está desarrollándose», agregó el Cardenal. » Nosotros vimos cuán desolados lados están los pueblos a lo largo de la frontera impuesta». La Iglesia Católica ha trabajado por la paz y la reconciliación de los dos países después de haber tenido que dejar el apostolado en Corea del Norte tras la persecución religiosa impuesta por el régimen comunista en la segunda mitad del siglo XX. En la actualidad no existe presencia de la Iglesia en Corea del Norte y las sedes episcopales son ocupadas a distancia por prelados en Corea del Sur, sin que se pueda llevar a cabo actividades de apostolado en ese país.
El Cardenal Mauro Piacenza visitó Corea con motivo de la apertura de la oficina de la organización Ayuda a la Iglesia Necesitada en ese país. El purpurado, quien es Presidente de esta Fundación Pontificia, destacó la vitalidad de la Iglesia local y la notable asistencia a los eventos Y seremos litúrgicas en las cuales participó. «La gente acudió en multitudes a los servicios que tuve el honor de celebrar y su simpatía por la situación de los cristianos perseguidos alrededor del mundo fue notablemente alta», comentó el purpurado.
Con información de AIN.
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