Asunción ( Sábado, 22-08-09, Gaudium Press) Ver, juzgar y actuar. Éstos son los tres tópicos que los coordinadores nacionales de la Pastoral Carcelaria del Cono Sur (Brasil, Argentina, Uruguay, Paraguay y Chile) están discutiendo en Asunción – Paraguay durante el VI Encuentro Internacional de la Pastoral Carcelaria.
Según el padre Gunther Zughaib, coordinador general de la Pastoral Carcelaria del Cono Sur y representante brasilero en este encuentro, la población carcelaria en todos los países que forman el Cono Sur prácticamente triplicó y por este motivo, la iglesia también es llamada a triplicar su presencia pastoral en los presidios. «Tenemos la preocupación con esta sociedad que produce tantas personas que viven sin perspectiva de una vida digna.»
Este encuentro también hace parte de la convocación de la V Conferencia Episcopal de América Latina y del Caribe, realizada en Aparecida en el año 2007 y que contó con la presencia del papa Benedicto XVI cuyo documento final convoca a todos a participar de la Misión Continental para la evangelización del continente sudamericano. «La familia viene destruyéndose y los jóvenes están con pocas perspectivas de trabajo y cada vez se envuelven más con drogas y eso contribuye mucho para el aumento de los presos y la superpoblación en las penitenciarías de todas las naciones», comenta el padre Gunther.
En Paraguay existen actualmente, cerca de seis mil encarcelados, entre hombres y mujeres. Según el padre Luis Arias, coordinador de la Pastoral Carcelaria de Paraguay, uno de los grandes problemas de superpoblación en las penitenciarías del país es el de la reincidencia. «En un grupo de cada diez personas, siete vuelven a la prisión y ésta no es apenas una realidad aquí de Paraguay; es una realidad del Cono Sur y una de las pautas de este encuentro es saber por qué está ocurriendo esta reincidencia tan grande en todos los países».
También se discutió una manera de hacer que la sociedad encare al ex-detenido como una persona que ya pagó por sus crímenes y que ahora necesita de una nueva oportunidad, tanto en la convivencia social como en el mercado de trabajo. «La cárcel no es la repuesta para una situación; la cárcel es un lugar donde se ve el fracaso de una sociedad y cada vez están inaugurando nuevas penitenciarías que no sirven y no contribuyen para el progreso y sí para un retroceso y por eso tenemos que trabajar para que cada vez hayan menos presidios», comentó el padre Luis.
«No creemos que la cárcel sea la solución para todos los problemas y soñamos con un mundo sin presidios.» Estas son las palabras del padre Jorge García Cuerva, integrante del equipo nacional de la Pastoral Carcelaria de Argentina. Según él, la población carcelaria viene aumentando constantemente en el transcurso de los últimos 15 años, algo en torno al 200%. «Y éste será el trabajo de la Pastoral Carcelaria: hacer que los presidios sean más humanos y por eso tenemos que luchar por los derechos humanos y por la dignidad de los que están encarcelados».
Padre Jorge García dice además que a largo plazo es necesario luchar por un modelo social distinto y esto sería el primer paso para que fuese creado un mundo sin cárcel. «Tenemos que luchar por una mejor educación para los más pobres, sea por caridad, sea por frentes de trabajo».
Conociendo bien la situación en Argentina el padre Jorge afirma que la única información que no es muy confiable es la cantidad de personas presas en el país. Sin embargo un levantamiento realizado por la Pastoral muestra que cerca de 80 mil ciudadanos perdieron la libertad y hoy cumplen pena en las penitenciarías porteñas.
El VI Encuentro de los Representantes de la Pastoral Carcelaria del Cono Sur sigue hasta mañana cuando un grupo de participantes estará visitando una penitenciaría paraguaya.
Luciano Batista
Enviado especial a Asunción
Gaudium Press
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