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Roma (Lunes, 23-11-2015, Gaudium Press) En el marco de la solemnidad de la Presentación de la Virgen María en el templo, y como parte de las actividades que este año tienen lugar con ocasión del Año de la Vida Consagrada -que culminará el próximo febrero- el pasado sábado 21 se celebró en Roma la jornada «pro orantibus» dedicada a la vida religiosa monástica.
El evento giró en torno al proyecto «Carismas en la ciudad, rostros de la misericordia de Dios», que adelanta la Oficina para la Vida Consagrada de la diócesis de Roma, con el objeto de mostrar las diversas formas de la Vida Religiosa y su testimonio profético en la ciudad.
La jornada se ha desarrollado en torno a dos momentos. El primero de ellos tuvo lugar en la mañana en el Pontificio Ateneo San Anselmo -símbolo de la presencia Benedictina en la Ciudad Eterna- y fue organizado por la Congregación para la Vida Consagrada y los Institutos de Vida Apostólica con el título: «Decadencia de la alegría en la vida monástica».
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| La Vida Religiosa en Roma es bastante activa. La capital italiana cuenta actualmente con 23 mil religiosas, 4.500 religiosos, unos 40 institutos consagrados y unos 27 monasterios de vida contemplativa femenina / Foto: Gaudium Press. |
Este primer momento comenzó alrededor de las 9:30 horas con el saludo de Sor Giuseppina Fragasso, vicepresidente del Secretariado de Asistencia a las Monjas; que siguió de la introducción del Rector del Ateneo, Juan Javier Flores Arcas; y las presentaciones del Abat de Montecassino, Don Donato Ogliari, y la religiosa benedictina del Monasterio de San Pablo, Sor Luciana Tartaglia.
La mañana concluyó con la solemne Eucaristía que presidió al as 12:30 horas Mons. José Rodríguez Carballo, Secretario de la Congregación para la Vida Consagrada.
El segundo momento ocurrió en la tarde en la Abadía romana de ‘Tre Fontane’, lugar del martirio de San Pablo. El evento, que llevó por tema «Profecía gloriosa de la vida monástica», fue organizado por la Oficina Diocesana para la Vida Consagrada y contó con la intervención del Padre Agostino Montan, director de la Oficina Diocesana.
En la ocasión, los monjes de la Abadía compartieron sus testimonios, entre ellos el Padre Jaques Brière, abad de la Abadía, y el prior, Padre Emanuele Jablzynski; quienes hablaron sobre cómo es el día a día al interior del monasterio, cómo se vive la comunión fraterna, como se es la relación con la ciudad, entre otros.
El abad contó que en la comunidad de ‘Tre Fontane’, conformada por doce monjes, no hablan entre ellos, excluyendo los momentos de oración y la Lectio Divina, pero que si «nos entendemos el uno al otro con una mirada».
«El silencio nos permite conocer perfectamente a nuestro hermano sin necesidad de aquello que dice. Hemos hecho voto de estabilidad: entrar en una comunidad de la que no podemos salir. No siempre es fácil, pero son los momentos difíciles los que nos transforman y nos conducen a la alegría», agregó luego el prior.
Por su parte, uno de los frailes, contó que se levanta a las 3:45 de la madrugada y que en el día tiene siete momentos de oración común, dos de Lectio Divina, también tienen momentos de trabajo y de oración personal. «Podría parecer una repetición monótona de gestos pero hay una gran alegría en la oración litúrgica. Nuestra vida es una oración continua», agregó.
La Vida Religiosa en Roma es bastante activa. La capital italiana cuenta actualmente con 23 mil religiosas, 4.500 religiosos, unos 40 institutos consagrados, 27 monasterios de vida contemplativa femenina, 45 consagradas al ‘Ordo Virginum’ -vírgenes consagradas- y 8 al ‘Ordo Viduarium’ -viudas consagradas.
Con información de RomaSette.it.
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