Dublín (miércoles, 02-12-2015, Gaudium Press) Los Obispos Católicos del Norte de Irlanda emitieron una declaración en respuesta al fallo de la Corte Superior de Belfast en relación a las leyes sobre el aborto, el cual permitiría la eliminación de los niños no nacidos cuya supervivencia después del parto fuera dudosa. «La Iglesia Católica enseña que el deber de cuidar y proteger la vida humana se extiende igualmente a la madre y a su hijo no nacido en todas las circunstancias», aclararon los prelados, quienes rechazaron la introducción de una excepción a la protección de la vida.
Los Obispos recordaron que la sacralidad de la vida humana no tiene excepción. Foto: Muse Rosli. |
«Nuestra experiencia pastoral del día a día nos enseña que incluso en el más duro de los casos duros la sociedad no puede olvidar que la vida humana es sagrada y siempre merecedora de nuestra mayor protección, compasión y cuidado, afirmaron los prelados en su declaración. Los Obispos recordaron la experiencia de numerosos padres de familia que has respetado la vida de sus hijos durante las horas, días, semanas o incluso años que diversas y graves enfermedades les han permitido vivir. Estas experiencias le han dado a los padres «inmensa felicidad» al recibir el don de la vida de sus hijos, razón por la cual los obispos se declararon «profundamente impactados y perturbados ante las palabras de los jueces de que estos niños están ‘condenados'».
Los obispos rechazaron enfáticamente el argumento de que en esos casos «no hay vida humana que proteger», y recordaron que «bajo cualquier estándar humano y moral estos niños son personas y nuestro deber de respetar y proteger su derecho a la vida no cambia a causa de ninguna decisión de la Corte». Al mismo tiempo, denunciaron que los juristas asumen que la vida de algunos niños es más digna de protección amor y cuidado que la vida de otros.
«Los niños inocentes y vulnerables que sufren de una condición que limita su vida y los niños que han sido concebidos como el resultado del trauma de un crimen sexual por el cual no tienen responsabilidad no recibirán más la protección de la ley para reivindicar su derecho inherente a la vida», alertaron los prelados. En contradicción a esta decisión judicial, los Obispos recordaron la doctrina de la Iglesia al respeto: «Quitar la vida de una persona inocente deliberadamente e intencionalmente continúa siendo gravemente equivocado moralmente en todas las circunstancias».
«Estamos comprometidos con una cultura de compasión y cuidado igual para la madre y para su hijo no nacido. Compartimos con otros la creencia de que el asesinato directo e intencional de un niño no nacido nunca puede ser la respuesta humana, compasiva o apropiada a las complejas y sensibles circunstancias de un embarazo difícil o en crisis», concluyeron. «La Iglesia continuará considerando las implicaciones plenas del juicio de la Corte Superior de Belfast y de cualquier apelación que pueda seguirse».
Con información de Conferencia de Obispos Católicos de Irlanda.
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