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Jasna Gora (Miércoles, 02-12-2015, Gaudium Press) El Presidente de la Conferencia Episcopal de Polonia, Monseñor Stanislaw Gadecki, destacó la naturaleza trascendental del Bautismo de esta nación a la fe cristiana en el año 966, cuyo aniversario 1050 se celebra en el país con un Jubileo. «Polonia hizo un cambio fundamental: pasó del culto a las criaturas a adorar al Creador», explicó en una homilía difundida por Idziemy. «No fue una transición de una religión a otra. Era algo más. Fue una transición radical de la idolatría a la fe».
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| Monseñor Stanislaw Gadecki, Jasna Gora, Presidente de la Conferencia Episcopal de Polonia. Foto: Katholisches |
El arzobispo indicó que el Bautismo de Polonia tuvo como efecto la constitución misma de la identidad de esta nación. «La literatura, la arquitectura, el arte sagrado, una nueva forma de gestionar el país fueran elementos que cambiaron por completo la nación», destacó el prelado. «Desde ese momento pudo sacar el máximo provecho de los más de 1700 años de patrimonio de la cultura antigua, así como los logros de la civilización europea de la cultura cristiana de los últimos 900 años, incluyendo el legado del renacimiento carolingio».
Además de esta apropiación cultural, el Arzobispo indicó que los polacos pasaron también hacer sus co-creadores. Mons. Gadecki destacó cómo los polacos asumieron «el amor a la justicia y a la libertad» y crearon un país que fue ejemplo durante muchos siglos: «un país con una tolerancia extraordinaria donde todas las minorías buscan refugio y dónde pueden disfrutar de una amplia discrecionalidad». La Iglesia en Polonia organizó la creación de la primera universidad y entre los creyentes de la Iglesia polaca se destacó uno de los más grandes científicos de todos los tiempos: Nicolás Copérnico. Destacados prelados y sacerdotes lideraron el surgimiento cultural e industrial del país así como su supervivencia al dominio de los nazis y del régimen Comunista soviético.
El arzobispo también recordó el testimonio de San Juan Pablo II, de notable influencia para la historia del país y de todo el mundo y afirmó que todos estos motivos son un llamado a valorar y redescubrir los beneficios del don del Bautismo. «Usted tiene, como hace mil cincuenta años, que confesar y proclamar de nuevo la verdad sobre Cristo, el único Mediador entre Dios y el hombre y el único Redentor del mundo». concluyó el prelado. «Tiene que abrirse constantemente con confianza a Cristo y permitirle que nos renueve».
Con información de Idziemy.
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