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San Pablo (Lunes, 24-08-2009, Gaudium Press) El presidente de la Conferencia Nacional de Obispos del Brasil (CNBB), Mons. Geraldo Lyrio Rocha, habló este domingo sobre la acción del Ministerio Público Federal, en San Pablo, que en nombre de la laicidad del Estado exigía de la Unión el retiro de todos los símbolos religiosos de oficinas públicas paulistas. La acción civil, movida a fines de julio, fue negada el pasado día 20. El 7° Tribunal Federal acató el pedido de la Fiscalía Regional de la Unión que defendía la permanencia de los íconos.
La jueza Maria Lúcia Lencastre Ursaia, del 3° Tribunal Civil Federal de San Pablo, negó el pedido al entender que la laicidad del Estado «no se puede expresar con la eliminación de símbolos religiosos, sino con la tolerancia a los mismos». De acuerdo con su interpretación, «en un país que tuvo la formación histórico-cultural cristiana es natural la presencia de símbolos religiosos en espacios públicos, sin cualquier ofensa a la libertad de creencia».
Para Mons. Geraldo, requerir judicialmente el retiro de símbolos religiosos de edificios públicos es una «violencia». Según él «querer, apelando a la cuestión del Estado laico y la sociedad pluralista, borrar todos los elementos que están incorporados en la cultura brasileña es una violencia que se hace», dijo el presidente de la CNBB en entrevista a la Agencia Brasil.
El prelado, en acuerdo con el parecer de la jueza, ponderó que, como la mayor parte de la población brasilera está formada por católicos, aceptar la presencia de símbolos de fe es ejemplo de «tolerancia religiosa» por los practicantes de otros credos. Además, no sería posible disociar la cultura cristiana de la cultura nacional. Para el padre y doctor en derecho canónico Salmo de Souza, las manifestaciones contra la religiosidad no pueden transformarse en intolerancia a la religión. «El Estado no podría adoptar una ideología que sería el principio laico en el aspecto negativo, o sea, una intolerancia a cualquier señal religiosa.»
El pasado día 11, el presidente del Supremo Tribunal Federal, ministro Gilmar Mendes, ya se había manifestado contrario a la remoción de los íconos religiosos. Según él, el tema es mucho más complejo y envuelve cuestiones históricas y culturales ya muy arraigadas. Mendes criticó la importancia dada al tema, una «exageración», en su opinión.
«Ojala que no manden derrumbar el Cristo Redentor», había ironizado el ministro, antes de participar de un aula de doctorado en la Pontificia Universidad Católica de San Pablo.
Además, el presidente del SFT recordó que la cuestión está cercada de exageraciones. «Si profundizamos esta discusión y somos radicales, ¿vamos a rever el calendario? Nosotros estamos ahora en el año 2009, que significa 2009 años después de Cristo. ¿Vamos a colocar eso bajo control? El propio calendario, el sábado, el domingo, ¿será revisado? ¿La Pascua, la Navidad?», cuestionó. «Mucho de aquello que se dice que es algo religioso, una expresión de símbolo religioso, en verdad es una expresión de la civilización occidental cristiana», opinó en la ocasión.
Con informaciones de la Agencia Brasil y Agencia Estado.
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