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Washington (Martes, 15-12-2015, Gaudium Press) El Cardenal Edwin F. O’Brien, Arzobispo emérito de Baltimore, Estados Unidos, Gran Maestro de los Caballeros del Santo Sepulcro y Miembro de la Congregación para la Causa de los Santos, expuso en el mes de noviembre al informativo The Catholic Review que la persecución actual a los cristianos en Medio Oriente podría calificarse como un genocidio. Cerca de un mes después, un grupo de 30 académicos, expertos legales y líderes religiosos, además de una Comisión Estatal, solicitaron formalmente que se investigue la posibilidad de declarar como genocidio las acciones cometidas en contra de las comunidades cristianas de esta región.
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| Una niña reza durante una jornada de oración por la paz y el bienestar de los cristianos perseguidos realizada en Canadá. Foto: Gustavo Kralj / Gaudium Press. |
Los 30 firmantes de una comunicación oficial dirigida al Departamento de Estado de Estados Unidos, que incluyen al Cardenal Donald Wuerl, Arzobispo de Washington, el Obispo caldeo Sarhad Y. Jammo y otros líderes religiosos, sostienen que el gobierno no ha tenido en cuenta todas las acciones cometidas en contra de las comunidades cristianas y que han tenido como objetivo la expulsión sistemática de los creyentes en varias regiones. A causa de las acciones que se han dejado de considerar, el Departamento de Estado «carece de información suficiente acerca de la experiencia de las comunidades cristianas» y que sería relevante para determinar que en efecto dichas comunidades son víctimas de genocidio.
Una tragedia innegable
La definición del crimen de genocidio citada por los firmantes se basa en la de las Naciones Unidas, que clasifica como tal a las acciones cometidas contra un grupo étnico o religioso con la intención de destruir totalmente o en parte dichas comunidades a través de masacres, torturas o desplazamientos masivos. Una declaración por parte de Estados Unidos sobre la persecución a los cristianos calificada como genocidio motivaría acciones internacionales más fuertes para detener las atrocidades cometidas en la región. De igual manera, los cristianos recibirían un estatus de prioridad en las solicitudes de asilo por su condición de víctimas.
La Comisión Estadounidense sobre Libertad Religiosa Internacional votó en favor de solicitar al gobierno la designación de las comunidades cristianas, al igual que otras pequeñas minorías religiosas en Medio Oriente, como víctimas de genocidio en particular en los países de Irak y Siria. El hecho de que a las minorías se les exija un impuesto como una supuesta garantía de su libertad prueba que su condición religiosa sí es tenida en cuenta como base para su persecución y la experiencia de dichas comunidades es que el pago del tributo no les permite practicar abiertamente su religión.
Según advirtió el Director de la fundación DeVos Center for Religion and Civil Society, Roger Severino, durante una conferencia sobre la persecución de las minorías religiosas en Medio Oriente, dejar de considerar la persecución como genocidio con base en la existencia de un tributo que teóricamente garantizaría la supervivencia de las comunidades sería legitimar dicha acción.
Los argumentos expuestos en la carta que solicita la declaración de genocidio incluyen las masacres, torturas, esclavitud sexual, secuestros, conversiones forzadas, profanaciones y destrucción de templos, monasterios y otros lugares sagrados. Los firmantes solicitaron la posibilidad de una audiencia con el Secretario de Estado en la cual pueden proveer abundantes evidencias de genocidio en contra de los cristianos en dichos territorios.
Con información de CNA.
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