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Washington (Martes, 15-12-2015, Gaudium Press) El pasado 12 y 13 de diciembre tuvo lugar en la mayoría de parroquias de los Estados Unidos la colecta del Fondo para la Jubilación de Religiosos que promueve desde hace 28 años la Oficina Nacional para la Jubilación de Religiosos (NRRO, por sus siglas en inglés), con el objeto de apoyar las necesidades de religiosos, religiosas y sacerdotes ancianos, que no tienen la posibilidad de recibir asistencia por parte de sus comunidades.
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| La colecta se realiza desde hace 28 años / Foto: retiredreligious.org. |
Esta colecta nació por iniciativa de los Obispos estadounidenses en respuesta a la carencia de financiación para las comunidades religiosas presentes en el país. Por eso la campaña se centra en recaudar fondos que luego se distribuyen a las comunidades religiosas escogidas para financiar los gastos de jubilación y también para la atención sanitaria de sacerdotes, religiosos y religiosas ancianos; puesto que muchas de ellas, pese a ser financieramente autónomas, no cuentan con fondos suplementarios para ayudar a sufragar sus gastos de primera necesidad, como son los medicamentos y la atención de enfermería.
«La mayoría de religiosos mayores sirvieron durante muchos años recibiendo estipendios muy bajos y sin beneficios para su jubilación», comenta la hermana Janice Bader, religiosa de la Preciosa Sangre y directora ejecutiva de la NRRO, quien es citada en nota de prensa emitida por la campaña.
Desde que se puso en marcha esta iniciativa se ha contado con la generosa colaboración de los fieles católicos. «Estamos muy impresionados por la continua y generosa respuesta hacia esta campaña (…) Desde que la colecta comenzó en 1988, los católicos han donado más de $755 millones para apoyar a las comunidades religiosos en el cuidado de sus miembros ancianos», dice la hermana Bader.
Grandes han sido los aportes que se han logrado obtener gracias a la iniciativa. En el 2014 la colecta recadó cerca de los $28.3 millones permitiendo al fondo distribuir $25 millones de ayuda a 395 comunidades religiosas. «En el curso del año se asignaron fondos adicionales para ayudar a las comunidades más necesitadas a planear y educar sobre la jubilación. Noventa y tres centavos de cada dólar van directamente a los religiosos ancianos; el resto se usa para la administración y promoción de la campaña», se expone desde la nota de prensa.
De tal manera, el 93% de los donativos es utilizado para ayudar a los religiosos de edad avanzada y el 7% para el gasto de administración del Fondo para la Jubilación de Religiosos, que además de servir de intermediario para la obtención de recursos, también -con el apoyo de diversas instituciones- ofrece educación y desarrolla materiales para que las comunidades religiosas aprovechen bien sus recursos y planeen sus necesidades futuras.
Pese a los esfuerzos que se realizan por medio de esta iniciativa, aún son muchas las necesidades por cubrir de los sacerdotes, religiosas y religiosos ancianos; ya que el número de religiosos que requieren cuidado especial va en aumento: el 66% de las comunidades religiosas que enviaron sus datos al fondo tenían en promedio 70 años o más en 2014. Esto sin contar con el descenso en el número de religiosos con posibilidad de servir en un ministerio compensado.
La colecta es coordinada desde la Oficina Nacional para la Jubilación de Religiosos que cuenta con el apoyo de la Conferencia de Superiores Mayores, el Consejo de Superiores Mayores de Religiosos, la Conferencia de Mujeres Religiosas y la Conferencia de Obispos Católicos de los Estados Unidos.
Con información de la USCCB.
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