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Zhengding (Jueves, 17-12-2015, Gaudium Press) Un hecho sin precedentes se registró el pasado 13 de diciembre en Zhengding, China, cuando el Obispo Julius Jia Zhiguo, quien no es reconocido por el estado y padece arresto domiciliario, pudo presidir en la Catedral la Eucaristía de apertura del Año Santo de la Misericordia, a la cual asistieron más de 10 mil fieles que practican su fe en la clandestinidad. La noticia, considerada localmente como un milagro, es que las autoridades no obstaculizaron la celebración ni realizaron arresto alguno.
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| Miles de fieles clandestinos pudieron manifestar públicamente su fe. Foto: AsiaNews. |
«Es un milagro. Es protección desde el Cielo», expresaron a AsiaNews algunos fieles del lugar. La multitudinaria manifestación de fe congregó a católicos subterráneos de Zhengding, Lingshou, Beijing, y Baoding, quienes no tienen este tipo de oportunidades a causa del férreo control estatal sobre las actividades religiosas, que llega al punto de imponer prelados ilegítimos en desconocimiento de la autoridad del Papa.
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| El hecho fue calificado como un milagro por parte de la población católica local. Foto: AsiaNews. |
La policía, que permanece habitualmente en frente del templo, no realizó ninguna acción para frenar a los peregrinos y se limitó a vigilar la liturgia con la presencia de agentes en traje de civil. Mons. Jia Zhiguo vive en las proximidades de la Catedral y según la AsiaNews padece vigilancia permanente de las autoridades y es forzado a asistir a clases de adoctrinamiento y otras salidas obligatorias de una o dos semanas como presión para que se afilie a la oficialista Asociación Patriótica.
A pesar de la estrecha vigilancia y la limitación de su libertad religiosa, el Obispo es muy valorado por la comunidad e incluso por las mismas autoridades que lo vigilan. Durante un largo tiempo, el prelado empleó su residencia para dar hogar a 200 niños abandonados y personas con discapacidad, con la ayuda de algunas religiosas y fieles voluntarios.
Con información de AsiaNews.
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