Sídney (Viernes, 18-12-2015, Gaudium Press) El Arzobispo de Sídney, Australia, Mons. Anthony Fisher, recordó la importancia de bendecir los alimentos de manera cotidiana y muy especialmente en la Cena de Navidad, celebración en honor del nacimiento de Jesucristo. Para motivar a los fieles, el prelado compuso una oración especial de bendición para Nochebuena.
La cena de Navidad es una oportunidad para orar en Familia. Foto: Michelle Mitchell. |
«No olviden dar gracias antes de la cena de Navidad», afirmó Mons. Fisher en un comunicado de la Arquidiócesis. «Detenerse para dar gracias antes de una comida está en el núcleo de la tradición judeocristiana y puede ser una oportunidad bendita para reenfocarse, en medio de los asuntos a veces vertiginosos, en las cosas que verdaderamente importan», explicó la Arquidiócesis.
En la cena de Navidad, el Arzobispo invitó a los fieles a agradecer «el don de compartir con cada persona que se congrega en la mesa y recordar y bendecir a quienes no están», además de reflexionar en las humildes condiciones del nacimiento del Salvador, lo que inspira a pedir por quienes no tienen alimentos o familia o amistad en esta ocasión.
Compartimos una traducción libre de la oración compuesta por el prelado:
Dios de la Navidad y de todos los días, dador de todos los dones,
te damos gracias por las muchas maneras en que nos has bendecido.
Estamos agradecidos por cada persona reunida alrededor de esta mesa.
Bendícenos a nosotros, a nuestra comida y nuestra compañía.
Bendice a los que amamos que no están con nosotros.
Con gratitud y amor, nos acordamos de tu humilde nacimiento
a nuestras vidas y por tanto oramos por los que no tienen comida o familia
o amistad en este momento. Recordamos el establo en el que
Tú naciste y así oramos por aquellos que no tienen lugar para vivir.
Recordamos tu huida a Egipto y así rezamos por
los cristianos perseguidos y los refugiados en este momento.
Nos unimos a tus ángeles para dar gloria a Dios en las alturas
y en la oración por la paz y la buena voluntad en la tierra.
Ayúdanos a ver lo que realmente importa y a responder con fe, esperanza y amor.
Haz de nuestro corazón un pesebre en el cual colocar al niño Jesús.
Mantennos seguros y cerca de Ti en el año que viene.
Porque Tú eres nuestro Señor de la Navidad, ahora y por siempre. Amén.
Con información de Arquidiócesis de Sídney.
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