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Jerusalén (Domingo, 20-12-2015, Gaudium Press) El Patriarca Latino de Jerusalén emitió su tradicional Mensaje de Navidad, en el cual destacó la importancia de la misericordia y la acción en favor de la paz, en momentos en que la región padece una situación de inestabilidad social. «El nacimiento de Cristo es un signo de la Misericordia del Padre, y una promesa de felicidad para todos nosotros. Este mensaje brilla sobre nuestro mundo herido, para consolar a los afligidos, a los oprimidos y para llevar a cabo la conversión de los corazones violentos», indicó.
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| Ciudad Antigua de Jerusalén. Foto: Gustavo Kralj / Gaudium Press. |
El prelado lamentó la situación actual en Tierra Santa, y rechazó que se produzca un círculo vicioso de violencia en la población. «¡Qué doloroso es ver, nuevamente, que el odio prevalece sobre la razón y el diálogo!», expresó. «La angustia de la gente de esta tierra es nuestra, y no podemos ignorarla o despreciarla». Navidad es «el momento de mostrar coraje y trabajar para el establecimiento de una paz justa», exhortó, pidiendo a las autoridades y los diversos sectores celeridad en la acción para resolver la situación.
La situación de Tierra Santa «resuena en el mundo», advirtió el Patriarca, quien condenó la ola internacional de violencia y terrorismo extremista y extendió su llamado a la acción a las comunidades internacionales para cesar el suministro de armas a los grupos armados y realizar un trabajo integral para cambiar las condiciones que facilitan la emergencia de los grupos extremistas.
«La Iglesia y la comunidad de los creyentes también tienen que responder a la situación actual», aclaró el Patriarca, quien motivó la promoción activa de la respuesta a la Misericordia de Dios. «La misericordia es el remedio para los males de nuestro tiempo. Es a través de la misericordia que hacemos visible al mundo la ternura y cercanía de Dios».
El Prelado reiteró la invitación a los fieles a peregrinar a Tierra Santa, y recordó que están disponibles las Puertas Santas de la Basílica de Getsemaní en Jerusalén, la Basílica de la Anunciación en Nazaret y la Iglesia de Santa Catalina en Belén para ganar la indulgencia del Jubileo. «Los peregrinos no deben tener miedo de venir. A pesar de la tensa situación en esta tierra, la ruta de peregrinación es segura y son respetadas y apreciadas por todos los sectores en Tierra Santa», indicó.
Sobre las celebraciones navideñas, el Patriarca indicó que serán más moderadas a causa del duelo por los hechos de violencia. «Por esta razón, invitamos a todas las parroquias a apagar las luces del árbol de Navidad, durante cinco minutos, como signo de solidaridad con todas las víctimas de la violencia y el terrorismo», comentó. «Del mismo modo, nuestra Misa de Navidad se ofrecerá a las víctimas y sus familias, para que puedan participar en la alegría y la paz de la Navidad».
Con información de Patriarcado Latino de Jerusalén.
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