“Sean testigos de Jesús, constructores de paz, de acogida y de confianza”, fue el llamado del Arzobispo de Santiago durante Misa de Navidad en Chile

Santiago (Martes, 29-12-2015, Gaudium Press) Al mediodía del viernes 25 de diciembre, el Arzobispo de Santiago, cardenal Ricardo Ezzati, encabezó la tradicional celebración eucarística de Navidad. Ante una Catedral Metropolitana repleta de fieles, el pastor capitalino manifestó que en esta fiesta el mayor regalo es, a través del nacimiento de Cristo, haber adoptado la naturaleza de Hijos de Dios y por tanto, integrantes de una misma gran familia cristiana.

«A quienes creemos en Dios, se nos regala el ser también hijos de Dios, y por lo tanto, el participar como hermanos en una familia cristiana. Hoy, cuando recordamos que Jesús ha nacido en Belén, reconocemos y agradecemos como familia la belleza de la obra de Dios, que actúa en los corazones de todos, renovando y fortaleciendo nuestra fe. Gracias Señor por darnos esta oportunidad que nos concedes de ser hijos tuyos, y de experimentar el gozo de la vida humana», dijo.

Sin embargo, continuó el obispo, «hay todavía muchos hombres y mujeres sin conciencia de Dios y de lo que significa la vida cristiana, quizás por la soberbia de creer que no se necesita de Dios, y que en el bienestar de la vida terrena está toda la felicidad. Los creyentes respetamos esto, pero también los invito a orar al Señor para que abra las mentes y corazones de tantos que buscan salvación».

Finalmente, hizo un llamado a los asistentes a salir al encuentro de los hermanos que buscan a Dios en cada realidad particular, convirtiéndose en un testimonio vivo de la misericordia del Padre.

«Los invito a detener su mirada sobre nuestra ciudad, porque es acá donde el Hijo de Dios quiere habitar y mostrarnos su misericordia. Les ruego que sean testigos de Jesús, constructores de paz, de acogida y de confianza (…) No puede ser que después de dos mil años del nacimiento de Jesús haya tanto rencor y divisiones en la convivencia diaria, no puede ser que aún haya hermanos que vivan en la pobreza y la miseria, cuando Jesús nos dijo precisamente eso: que todos somos hermanos», concluyó.

Con información del departamento de prensa del Arzobispado de Santiago