"Evangelizados por la liturgia, enviados a renovar el mundo con misericordia": Carta Pastoral de los Obispos de Cataluña

Barcelona (Martes, 29-12-2015, Gaudium Press) Con ocasión del primer centenario del Congreso Litúrgico que se celebró en Montserrat, España, en julio de 1915, y con motivo del Año Santo de la Misericordia convocado por el Papa Francisco, los Obispos de Cataluña han hecho público el documento «Evangelizados por la liturgia, enviados a renovar el mundo con misericordia», que fue presentado tras la reunión de la Conferencia Episcopal Tarraconese y durante una rueda de prensa celebrada el pasado 17 de diciembre en Barcelona.

Los Obispos de Cataluña dieron a conocer el documento tras la más reciente reunión de la Conferencia Episcopal Tarraconese y al conmemorarse el centenario del 1er Congreso Litúrgico de Montserrat.

«‘La liturgia contribuye en sumo grado a que los fieles expresen en su vida, y manifiesten a los demás, el misterio de Cristo y la naturaleza auténtica de la verdadera Iglesia’ (SC 2). En estas palabras, extraídas del prólogo de la Constitución sobre la Sagrada Liturgia, ‘Sacrosanctum Concilium’, del Concilio Vaticano II (1962-1965), se encuentra el sentido y el objetivo de esta Carta Pastoral que dirigimos a los fieles de nuestras Iglesias diocesanas que peregrinan en Cataluña y a todo nuestro pueblo», introducen los prelados.

Luego señalan: «La liturgia nos empuja a evangelizar, enviados a renovar el mundo con la misericordia y el amor del Señor, que nos llama a ser una Iglesia ‘en salida’, como afirma nuestro Papa Francisco, es decir, a ser una Iglesia enviada a todas las periferias, que tiene cuidado amoroso, concreto y preferente de los más pobres y necesitados. Porque siempre la liturgia ha de ayudar a los creyentes a expresar el misterio de Cristo y la naturaleza auténtica de la verdadera Iglesia».

Destacan que referise a la liturgia es hablar también de vida cristiana; «es un binomio natural, dado que ambas se reclaman, se influencias y se benefician recíprocamente», subrayan, y luego prosiguen: «Hay, por tanto, un lazo estrecho entre liturgia y vida cristiana, una vida que implica misión en el mundo, anuncio de la alegría de ser cristiano, de dar culto al Dios verdadero y de amarlo con todo el corazón y con todas las fuerzas (…) La Iglesia, con su doctrina, con su vida y su culto, perpetúa y transmite a cada generación todo lo que es y todo lo que cree, para que también cada generación y cada cristiano, con la gracia recibida en el bautismo, lo pueda hacer suyo y lo haga fructificar».

Los Obispos de Cataluña también dicen que la urgencia evangelizadora está manifiesta y se despliega desde la Eucaristía, «donde se encuentra el centro, tanto de la vida sacramental como de la vida ministerial y apostólica de toda la Iglesia», ya que «en la Sagrada Eucaristía se contiene todo el bien espiritual de la Iglesia y (…) aparece como la fuente y cima de toda la evangelización».

«Cada vez que participamos de la Eucaristía, de una manera consciente nuestra alma se abre a aquel amor que contiene y hace presente todo lo que Dios ha obrado por nosotros, y entonces puede nacer en nosotros mismos una viva respuesta de amor. No solamente ‘conocemos el amor’, sino que nosotros mismos empezamos a amar», continúan.

Al concluir el texto, los Obispos dicen que la liturgia «nos hace conscientes del reto de evangelizar, haciendo conocer a los hombre y mujeres a Jesucristo, único y universal Salvador».

El documento está constituido por una introducción, cuatro capítulos (I. La reforma litúrgica: un balance positivo, II. Liturgia y Evangelización, III. De la Eucaristía a la Misericordia y IV. Caminos de futuro para la pastoral litúrgica) y una conclusión.

Con información de SIC.