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Recife (Jueves, 07-01-2016, Gaudium Press) La Arquidiócesis de Olinda y Recife concluyó el pasado domingo 3 de enero, la peregrinación de las reliquias de San Juan XXIII y San Juan Pablo II por las parroquias arquidiocesanas, por ocasión de las actividades propuestas para el Año de la Misericordia convocado por el Papa Francisco, iniciado en la capital pernambucana el 13 de diciembre pasado, con la apertura de la Puerta Santa en la Iglesia Catedral Santísimo Salvador.
La última comunidad en recibir los relicarios de los santos fue la Parroquia San Miguel, situada en la ciudad de Abreu y Lima.
En esta ocasión, los parroquianos promovieron una romería con destino a la Iglesia Catedral para entregar las reliquias, que son un fragmento óseo del beato Juan XXIII y gotas de sangre de Juan Pablo II. Allá, quedaron expuestas a la veneración de los fieles en la Sede de Olinda.
Sabiendo que el Año de la Misericordia será concluido el día 20 de noviembre de 2016, en la Fiesta de Cristo Rey, la Iglesia Particular de Olinda y Recife, como una forma para los fieles vivir este período propuesto por el Papa Francisco, sugiere algunas actividades religiosas.
La programación elaborada por la Arquidiócesis para este tiempo propone, la divulgación de la bula «Misericordiae Vultus» («El rostro de la Misericordia»), así como la peregrinación a la catedral e iglesias escogidas para el jubileo, catequesis sobre la misericordia y el sacramento de la Penitencia, celebraciones penitenciales, ‘mutirões’ de confesiones, visitas a los enfermos y presos, colecta y donación de alimentos e incentivo a la implantación de las pastorales sociales en las parroquias.
Además, fue desarrollado un calendario celebrativo por el Año de la Misericordia arquidiocesano, donde diversos segmentos serán contemplados con momento específico, siendo el primer evento realizado el 24 de enero, cuando las Nuevas Comunidades son invitadas a celebrar el jubileo durante la misa de las 9:00 horas.
Ya en los días 4 y 5 de marzo será realizada las «24 horas para el Señor» en todas las parroquias de la arquidiócesis, un pedido especial del Santo Padre. (LMI)
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