Redacción (Jueves, 14-01-2015, Gaudium Press) Su nombre es Daniela Castelli, es italiana y madre de cuatro, En 1980, cuando tenía 34 años, comenzó a sufrir graves crisis de hipertensión espontánea que le causó un severo daño físico que invadió varias partes de su cuerpo. Tras años de una penosa enfermedad y la insistencia de su esposo, un médico ginecólogo, viaja al Santuario de Lourdes, se baña en sus piscinas y se cura de manera inexplicable. Este milagro recibió recientemente el reconocimiento de una comisión médica, el 69º aprobado por los médicos del santuario mariano.
Daniela Castelli / Foto: Le Sanctuaire Notre-Dame de Lourdes. |
Este acontecimiento extraordinario ocurrió el 4 de mayo de 1989, cuando Daniela contaba con 43 años, casi una década después del inicio de su penosa enfermedad, y cuando se hallaba a la espera de organizar un viaje para visitar unos médicos en Estados Unidos. Se encontraba muy débil, no podía estar ya de pie, pero su esposo le insistió: «Vamos a Lourdes (…) arregla las maletas», y ella pensaba: «A lo mejor era el último viaje de amor».
Al llegar al Santuario Mariano, visitó con gran devoción la gruta de la Virgen y se bañó en los manantiales milagrosos donde el 11 de febrero de 1858 se le manifestó Nuestra Señora a Santa Bernardette Sobirou. Tras ello sintió un alivio inexplicable.
«A Lourdes somos llamados, así como fue llamada Bernardette. Parece que venimos por curiosidad. Pero es Ella -la Virgen- que nos llama. Fue un viaje infernal estuve muy mal y llegamos a aquí (…) y en el cuarto día yo me sané (…) Le quería pedir al Señor que me llevara, que era el final. Yo ya no podría más y los demás tampoco», relató Castelli, quien es citada en Aleteia, y también contó que el sacerdote con quien se confesó en el santuario de dijo: «si vas a pedir la muerte, recuerda que te vas con todos tus pecados. Porque yo no te doy la absolución si pides esto».
Su curación fue reconocida por Mons. Giovanni Giudici, Obispo Emérito de Pavia, y certificada por una comisión médica conformada por 100 expertos, además de una comisión científica internacional de París.
«La declaración llegó después de una evaluación teológica-médica para valorar la sanación de la Señora Castelli. Ella vivió como mujer y madre de familia hasta los 34 años una vida normal. En 1980 comienza a tener crisis de hipertensión, desvanecimientos, crisis neuro-comportamentales», dijo el doctor A. Di Franciscis, presidente del Berau des Constatations Médicales de Lourdes, citado por Aleteia.
Gruta de la Virgen de Lourdes / Foto: Gaudium Press – Paulo Mikio. |
Pero éste no fue el único milagro ocurrido tras la visita a Lourdes; el otro fue el de la fe de su esposo, convertido al catolicismo, y que antes le parecía absurdo la idea de ir al santuario. Como comentó Daniela: «El baño fue veloz (…) mi marido vino llamado por una voz a verme. Ese día, mayo de 1989, recibí el segundo milagro: la fe de mi marido, quien dijo al recibirme en el muro exterior al borde del río Gave: ‘sé que todo ha pasado, tú tenías razón».
Con el paso de los años son varias las enseñanzas que la enfermedad y la milagrosa curación han dejado a Daniela. Así lo relata ella en un video en el que cuenta su testimonio y es difundido por el canal de YouTube del Santuario mariano. Castelli dice: «Estos eventos dolorosos me prepararon, de pequeña, a encontrar la mano de un Dios que no manda el sufrimiento, pero si te ayuda a llevar el sufrimiento que encuentras en la vida (…) Debo decir que en toda mi historia hay un motivo fundamental, que es la alegría. En los dolores de mi vida, que han sido tantos, siempre he encontrado la alegría, que es un misterio, porque la alegría más grande la he encontrado en los momentos de sufrimiento (…) La cruz puede florecer si tú vives esta cruz con el Señor. De otra manera es una cosa insoportable».
Con información de Aleteia y Le Sanctuaire Notre-Dame de Lourdes.
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